De la Redacción
Un día después del operativo implementado por la Dirección General de Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) donde se demolieron obras no autorizadas que obstruyen el libre acceso en áreas de Puerto Juárez, propietarios y/o posesionarios del restaurante El Puerto, comenzaron la tramitología de un juicio de amparo que fue promovida fuera de horario en la oficina de correspondencia común de los Juzgados de Distrito en el Estado de Quintana Roo a la 01:40 horas del pasado viernes, según consta en el registro de promoción 24670.
Se pudo conocer que dicho juicio de amparo fue tramitado por Merary Márquez Palencia y de acuerdo al protocolo legal para la radicación del mismo, se recibió el documento en contra de actos del titular y/o encargado adscrito a la Guardia Nacional en Quintana Roo, pero en ningún momento se menciona a la Zofemat que fueron los que llevaron a cabo la demolición.
Para la creación del expediente en la oficina de correspondencia, se hizo el respectivo registro en el libro de gobierno bajo el expediente 1485/2019, pero será hasta las próximas horas (este lunes), cuando se turne el caso al Juzgado en turno para saber si dicho órgano jurisdiccional resuelva si desecha, previene o admite dicho juicio de amparo conforme a los lineamientos de la ley de amparo.
Y es que, como se informó, el pasado jueves como parte del programa “Movimiento Nacional para la Recuperación de Nuestras Playas”, instruido por el gobierno de la República a través de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Dirección General de Zofemat, encabezados por su titular, Rodrigo Hernández Aguilar, implementó acciones en Cancún.
En todo momento, dichos operativos fueron respaldados por elementos de la Guardia Nacional adscrita la Coordinación Municipal de Benito Juárez, quienes únicamente cumplieron los protocolos de salvaguarda a las autoridades civiles para el desarrollo de la medida jurídica implementada.
En el caso concreto del restaurante El Puerto, la demolición de la barda fue parcial, pero en realidad, el lugar se mantiene aún como área privada sin que haya acceso público, pues incluso funcionaba como marina.
La zona es vigilada con personal de seguridad privada de la Marina Seca que está enfrente de dicho lugar, además, unas personas, con aspecto cubano, se mantienen apostadas en la zona a bordo de una camioneta blanca.