Por Yolanda Gutiérrez
Turistas que disfrutan de sus vacaciones en el destino resienten la falta de verdaderos módulos de información a los que puedan acercarse a fin de despejar cualquier duda que se les presente durante su estancia y por lo general reciben asesoría del mismo personal de los hoteles en los que se hospedan.
Los visitantes tienen una opción en los balnearios públicos con el distintivo Blue Flag, esto es Las Perlas, Chac-Mool, Marlín, Ballenas, Delfines y Coral, más conocida entre la gente local como Mirador II, donde el Ayuntamiento a través de la Zofemat instaló cubículos de reducidas dimensiones enfocados a proporcionar información a quien lo requiera.
No obstante, una de las quejas de los turistas obedece a que en ocasiones los módulos están cerrados, especialmente en Coral, una de las playas Blue Flag más abandonadas y no hay cerca personal de Zofemat a quien consultar la duda o problema.
También se queja el turismo de que, aun cuando los módulos de información están abiertos, nadie se ocupa de atenderlos y, en caso que por casualidad se encuentre algún empleado del municipio cerca, si el visitante no habla español es probable que no pueda comunicarse, ya que no todos los trabajadores de Zofemat son bilingües y quienes no lo hablan serían incapaces de proporcionar la debida orientación.
Salvo estos módulos, más inoperantes que útiles y la Casa Consular, ubicada en el edificio de la Policía Turística y de la cual muchos desconocen su existencia, son los empleados de los hoteles en los que se hospedan, así como algunos elementos de la policía que tienen conocimiento del idioma inglés, quienes deben fungir como asesores e informadores de nuestros visitantes extranjeros.
Fuentes de la Asociación de Hoteles indicaron que cuando Cancún empezaba a desarrollarse como destino, se instalaron varios módulos de información turística en diversos puntos de la ciudad, especialmente sobre la avenida Tulum y la Zona Hotelera, aunque también se habilitaron en las inmediaciones del palacio municipal y en el aeropuerto.
Cuando un visitante llegaba al destino, podía obtener todo tipo de información enfocada a facilitar su estancia en Cancún y tener conocimiento exacto de dónde se encontraban ubicados hoteles, restaurantes, sitios arqueológicos, puntos de diversión y cómo llegar hasta ellos.
“En aquellos entonces no existía la tecnología con la que contamos ahora y era bastante frecuente que los turistas llegasen a la aventura, sin tener la menor idea de en qué hotel podrían hospedarse, ya que obviamente tampoco existía un sistema de reservaciones por Internet como tenemos en la actualidad, lo máximo que se podía hacer era hablar por teléfono desde el país de origen para reservar un cuarto, pero esto tampoco era una garantía al cien por ciento”, expresaron las fuentes.
Sin embargo, con el paso del tiempo los módulos fueron desapareciendo a la par que avanzaba la tecnología, hasta que su sentido original se desvirtuó, dando paso a los actuales módulos de “información turística”, que no son más que negocios, no siempre regulares ni legales, para ofrecer a los visitantes tours y diversas actividades.
Las fuentes agregaron que actualmente existe una Casa Consular que se ubica en la Zona Hotelera, concretamente en el mismo inmueble que ocupan las instalaciones de la Policía Turística, donde se proporciona el apoyo requerido a los visitantes extranjeros, así como toda la información que permita resolver los problemas que puedan tener, siempre y cuando se trate de personas originarias de países que tengan representación consular en Quintana Roo.
Sin embargo, cuando se trata simplemente de obtener algún tipo de información general, los turistas se ven limitados a los recepcionistas y concierges de sus hoteles, la Policía Turística o, si corren con suerte, los balnearios Blue Flag.