Quintana Roo

Por María Luisa Vázquez

La reapertura del Malecón Tajamar a la circulación vial podría tomar más tiempo del que la propia autoridad municipal había previsto.

Aunque el lugar está abierto a peatones, la mayoría no ingresa, y mucho menos por la tarde, debido a que no hay iluminación y se observa la falta de mantenimiento, lo que lo hace inseguro, aunque también hay personas a quienes eso no les importa y entran al espacio con precaución.

En un recorrido hecho por el lugar, el fotógrafo observó que está prácticamente abandonado, pese a que este sábado 23 se anunció, en conferencia de prensa, que sería reabierto a la circulación vial, entrando por la rambla para acceder al malecón.

La propia presidenta municipal, Mara Lezama Espinosa, informó que se pospone la reapertura, ya que el director general de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, pidió a la autoridad municipal hacer un recorrido por el lugar para verificar las condiciones en que se encuentra.

Lezama reconoció debido a que durante mucho tiempo el lugar estuvo casi al abandono, hay cosas que dejaron de funcionar, como las luminarias en las vialidades que comunican todo el Malecón Tajamar, y por lo tanto para eso han pedido la ayuda de Fonatur.

El resto del trabajo, como chapeo y desmonte, podría estar a cargo del gobierno municipal.

En enero pasado se cumplieron tres años de la devastación de manglar en Malecón Tajamar, lo que trajo consigo un escándalo que se elevó a nivel internacional por parte de ambientalistas y sociedad civil.

En la madrugada del sábado 16 de enero de 2016, las 57 hectáreas del manglar Tajamar fueron devastadas por enormes maquinarias que, de noche, entraron al lugar. Este pedazo de tierra ya estaba destinado a ser utilizado para uso privado, como la construcción de un centro comercial y para hacer edificios condominales.

Desde ese entonces, el sitio está en medio de una lucha legal, de la cual ya hay varias resoluciones, pero los dueños de los lotes no se dan por vencidos y exigen que se les respeten sus usos de suelo para desarrollar sus proyectos, o que en su caso Fonatur les devuelva el dinero que pagaron para comprar los predios.