Quintana Roo

Masivo cierre de negocios

Por Gerardo Reynoso

La delincuencia ha cerrado más de 100 negocios en los últimos ocho meses en el principal destino turístico del país y la cifra es la más alta en los últimos cinco años, tanto en Cancún como en la Riviera Maya.

Esta situación ha llegado a un punto crítico en ambos destinos, pues los cobros por “derecho de piso” del crimen organizado han creado un ambiente de peligro y riesgo dentro de todo el sector empresarial.

Los últimos dos casos en torno a esto sucedieron apenas hace una semana. El prestigiado restaurante uruguayo el Emporio, con más de 15 años en la ciudad, está en una situación delicada y aún no se define si cerrará sus puertas o no, tras un ataque armado que incluyó bombas molotov.

Además de este restaurante, el club nocturno nudista “La Premier” también bajó la cortina tras el asesinato de los dos socios del lugar bajo el formato de ejecución, por parte del crimen organizado.

Estos dos casos no son los más emblemáticos. En años anteriores, lugares míticos y de arraigo nocturno como fueron el bar “La Santanera” en la Riviera Maya y el Perro Negro en Cancún hicieron lo propio y cerraron sus puertas ante la presión de grupos criminales por el llamado “derecho de piso”.

Asimismo, los establecimientos de la avenida Yaxchilán se han deteriorado por el mismo problema, ya que la delincuencia ha inhibido por completo la actividad social que se registraba hace 10 años, cuando no se sentía un clima de miedo.

El cierre de negocios

en un punto crítico

Los cobros por derecho de piso del crimen organizado hacia los comerciantes y empresarios de Cancún y Riviera Maya, desde los más pequeños hasta los de índole turístico, se han extendido por todo el Caribe mexicano y actualmente no hay negocio que esté a salvo de las extorsiones.

En su extracción de rentas sociales para el sostenimiento de sus actividades delictivas, las organizaciones criminales han cubierto prácticamente a todos los sectores productivos de la ciudad, de acuerdo con los organismos empresariales.

“Resulta imposible realizar dos pagos de cuota, además del pago de impuestos gubernamentales”, explicó un miembro del sector hotelero de Cancún, quien explicó la gravedad del problema y pidió el anonimato, debido a que el miedo se ha apoderado del sector productivo del principal destino turístico del país.

A tal grado llega el problema que la situación se ha convertido en un calvario para muchos empresarios, quienes comparan lo que se vive en otras entidades del sureste como Yucatán, Campeche y Chiapas.

En ese punto, Yucatán, Tlaxcala, Chiapas y Campeche, son las entidades con menos problemas de inseguridad, según reportaron la Coparmex a nivel nacional, mientras que en Quintana Roo, desde el 2016, se ha incrustado en los 10 estados donde las extorsiones van en aumento.

Ante la negligencia

gubernamental, aceptar

la realidad de violencia

El derecho de piso o exigencia de pago por protección ilegal es una realidad que asumen centenas de empresas en la zona norte de Quintana Roo. Muchos empresarios ya conviven con esta situación y a pesar del miedo, establecen la necesidad de no arriesgar sus patrimonios.

“Comenzaron asaltando, luego otros crímenes que sólo se veían en los periódicos o en la televisión, pero ya iniciado el 2015, se sabía que a varios les cobraban una ‘renta’… hasta que nos tocó. Desde enero no paramos de sufrir extorsiones…”, dijo un empresario, quien pidió que su identidad no fuera revelada.

Ante la falta de acciones por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, la delincuencia organizada ha ganado terreno. Lo que hacen estos grupos es identificar un nicho de mercado atractivo, establecen una lógica de expansión que parte de la suplantación, sustitución o reemplazo de los poderes imperantes en la zona y se enfocan en generar los mecanismos de articulación con el poder público, es decir, hacer de la extorsión una dinámica extensiva que va desde las tortillerías hasta ámbitos más amplios, como los hoteles.

“Los delincuentes hablan el lenguaje de los negocios porque se asumen como hombres de negocios, pero con un arma enfrente para que firmes el contrato. Son personas que conocen muy bien los movimientos económicos, manejan su realidad, venden y contratan y subcontratan seguridad, tienen una cartera de clientes…”, explicó el entrevistado.

Cabe señalar que los datos de la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) revelan que la proliferación de este delito tiene su sustento en la escasez de denuncias. El 88.8 por ciento de los hechos ocurridos durante el año pasado no fueron expuestos ante las autoridades.

Delincuencia paralela en Cancún: Fuero común y Fuero Federal

A raíz de la falta de acciones policíacas, la delincuencia en Cancún se ha fusionado de manera peligrosa. En lo que va del año el crimen organizado con el delito común, prácticamente son una misma estructura que ha generado muchas zonas de riesgo en la ciudad.

Esta situación, es por la cual se ha dado un incremento en delitos como asaltos a casas habitación y robo de autos, así como de comercios, además un aumento hasta del 100 por ciento en extorsiones por parte de la delincuencia.

La fusión se da porque prácticamente hoy en día aquellos que se dedican a robar en casas comenzaron como pandilleros y en un tiempo muy breve se convierten de asaltantes a criminales y extorsionadores.

Lo anterior origina que en poco tiempo Cancún se haya convertido en una zona de riesgo donde de acuerdo con el sector empresarial, más de 100 microempresas han cerrado sus puertas por la inseguridad.

El cierre se debe a que los empresarios no pueden pagar impuestos y “derecho de piso” al mismo tiempo a la delincuencia, ya que los recursos que se generan no alcanzan para sobrevivir este entorno.

Para ejemplificar cómo la fusión de la delincuencia en Cancún ha generado estragos, las cifras son elocuentes: de acuerdo con la Asociación México sin Violencia, Cancún es quinto lugar a nivel nacional en extorsiones y robos en casas habitación y comercios. Las estadísticas manejadas por México Sin Violencia son tomadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), donde se sostiene que el quinto lugar que ocupa Cancún en referencia está muy cerca de la media nacional.

En cuanto a las extorsiones se refiere, resulta que la delincuencia ha copado por completo a los empresarios de ese ramo del sector, con extorsiones que van desde los 3 mil hasta los 100 mil pesos mensuales, según el giro del negocio.