Por Yolanda Gutiérrez
Incertidumbre entre los prestadores de servicios, quienes temen que al igual que la Riviera Maya se abarata a causa de la violencia e inseguridad, suceda lo mismo con Cancún, la joya de Quintana Roo, que ya para estos dos primeros meses del año resiente un “bajón” turístico a comparación con años pasados.
Prestadores de distintos giros coincidieron en manifestar que pese a que en enero y febrero, por ser los meses más fríos, incrementa notablemente el turismo norteamericano tanto de Estados Unidos como de Canadá, este año no ven tantos visitantes como en otros anteriores.
“Hay demasiados warnings, Estados Unidos teme una recesión, está el tema del famoso muro y tienen muchos problemas con la intervención de Rusia en las elecciones, en pocas palabras, el mismo pueblo estadunidense vive en la incertidumbre y los turistas de ese origen que llegan, hacen menos compras, gastan menos dinero”, señaló Alberto Martínez, administrador de una agencia de viajes.
Carlos Cervantes, encargado de un negocio de artesanías, mencionó que a comparación con los dos años anteriores por estas mismas fechas, las ventas sufrieron un decremento entre un 30 y un 40 por ciento, lo que achaca a que son menos los turistas que llegan a Cancún y de estos, la mayoría permanece en sus hoteles.
“Algo que nos ha hecho mucho daño fue la aparición del todo incluido en los años 80’s, la gente ya no sale de sus hoteles, no consume fuera y eso nos afecta, entre el all inclusive y la inseguridad vamos de mal en peor”, dijo.
Los prestadores de servicios también coinciden en manifestar que muy poco se ha hecho en el rubro de seguridad pública para proporcionar más tranquilidad a los turistas y trabajadores, en virtud que tanto unos como otros siguen siendo víctimas de robos y asaltos, sin que la Policía Turística se dé por enterada.
No se observa la presencia de las policías Militar, Naval y Federal, sobre el bulevar Kukulcán ni en la zona de playas, en tanto que la Policía Turística se limita a realizar breves incursiones en algunos balnearios públicos como Gaviota Azul, pero a la hora de cometerse un delito de alto impacto, como ejecución o balacera, pese a que en la Zona Hotelera sólo hay dos puntos por los que entrar o salir, los criminales logran escapar con total impunidad.
Los prestadores de servicios consultados coincidieron en manifestar que los hechos violentos que se perpetran en la Zona Hotelera no hablan nada bien de Cancún como destino y dejan ver la falta de eficiencia e incapacidad, por no decir complicidad, de las corporaciones policiales, en vista de los pobres resultados.