Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 14 de marzo.- La “lechuga acuática” que invade la laguna conocida como la sabana, ya ocupa alrededor de 12 hectáreas de la superficie del cuerpo de agua, generando un daño al ecosistema.
La superficie afectada representa el doble de lo que se percibía hace apenas el último trimestre de 2018, reconoció el procurador de Protección al Ambiente de Quintana Roo, Miguel Ángel Nadal Novelo.
Imágenes aéreas demuestran como vertiginosamente se expande la capa de esta “lechuga acuática” sobre la superficie que afecta el ecosistema, lo que representa un problema ambiental de gran magnitud.
El titular de la PPA reconoció el notable aumento de la planta invasora, situación que hace complejo pensar en erradicarla totalmente de la sabana.
No obstante, confirmó que se emplearán recursos este año para emplear barcazas que puedan extraer la mayor cantidad posible de esta planta que amenaza el ecosistema.
De manera simultánea, se analiza con científicos y especialistas que utilidad tiene esta “lechuga acuática” para promover alguna actividad productiva y así fomentar que los propios habitantes de la periferia la retiren para su aprovechamiento.
Cabe mencionar que la sabana tiene una longitud de 15 kilómetros, desde el norte recorre las colindancias de la mitad de Chetumal; en la parte más ancha tiene 300 metros, aunque en algunas partes llega hasta 100 metros; la parte más profunda es de 4 metros.
El crecimiento urbano irregular que se registra en el norte de la ciudad, ha propiciado que gradual y sistemáticamente se rellene con escombro, de manera ilegal, parte de la laguna en la sabana de Chetumal, que es otro factor contaminante. Estos asentamientos irregulares también afectan con sus descargas de aguas residuales, que se suman a la contaminación que emana de la planta de tratamiento de la CAPA, que por deficiencias descargaba aguas no tratadas al cuerpo lagunar.