Tatuador quiere timar a la gente

Por Lusio Kauil

JOSE MARIA MORELOS, 18 de marzo.- Un tatuador que mantiene un local dentro del recinto de la feria, al parecer ha estado timando a las personas que se han acercado a hacer uso del servicio que ofrece, pues en el anuncio que mantiene pegado en el local donde trabaja, señala que por cada tatuaje (temporal) cobra 10 pesos, pero en la realidad cobra otro precio.

El tatuador, del que no se obtuvo sus generales, se supo está cobrando más de 50 pesos por cada tatuaje, y por lo mismo, ha tenido problemas con las personas que se han acercado a su negocio para tatuarse.

El día de ayer, una mujer que se identificó como Lilian Angélica Poot Blanco, dijo que ayer por la tarde se acercó con su hijo y esposo para que les hicieran unos tatuajes.

Refirió ahí, que les tatuaron cinco figuras y luego el tatuador les estaba cobrando 350 pesos, cuando la tarifa que mantiene en exhibición en su negocio señala que por cada tatuaje se cobra 10 pesos.

Indicó que se sintió muy molesta por ese caso, porque según ella, le “vieron la cara”. Manifestó que ella buscó dentro de la feria a los policías para que le digan si esta bien que no le haya pagado lo que el tatuador le estaba pidiendo, pero no encontró a nadie.

Expuso, por consiguiente, decidió ir a los alrededores de la feria y ahí sí encontró a algunos elementos asignados por la zona del palenque y de la corrida de toros, pero no quisieron moverse de su lugar, porque según le confiaron, tenían instrucciones de que no se movieran de ahí.

Ella pidió que llamen por radio a otros policías para que acudan a ver su caso, pero los elementos supuestamente, le dijeron que no tenían radio para comunicarse.

Entonces, expresó, ella acudió donde se encuentra la caseta de Policía Móvil ubicada dentro de la feria, pero según dijo a la prensa, estuvo como una hora en ese lugar y tampoco se asomó algún elemento para que ella expusiera su situación.

La mujer, muy molesta, dijo que esas personas que abusan en el cobro de sus servicios, deben ser supervisadas y sancionadas por la Procuraduría Federal del Consumidor (instancia que en esta ciudad no existe desde hace más de 10 años).