De la Redacción
TULUM, 23 de marzo.- Desarrolladores ecocidas siguen desafiando y construyendo de forma irregular con consentimiento de las autoridades ambientales a nivel municipal, estatal y federal, toda vez que continúan depredando extensos manglares, dunas costeras y demás recursos naturales.
La zona costera, desde Punta Allen hasta el Parque Nacional, es donde se lleva a cabo cualquier cantidad de obras tanto del lado del mangle como en la zona marítima terrestre.
Pese a las evidentes construcciones que se ejecutan en estos puntos de preservación, instancias como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no actúan para bajar lo índices de depredación en contra de la flora y la fauna.
Ambientalistas locales han documentado una gran cantidad desarrollos irregulares que violentan las normas ambientales, por lo cual han hecho las denuncias correspondientes, pero son pocas las que se han atendido.
Comentaron que también lo que sucede es que la mayoría de los predios que han sido clausurados al encontrarles acciones irregularidades, éstos continúan desarrollando las construcciones pese a contar con los sellos oficiales.
Señalaron que las normas para proteger el medio ambiente establecen que no se puede construir con ciertos materiales debido a que resultan nocivos para el endeble entorno de la franja costera, aunado a que tampoco se está resarciendo los daños causados.
De esa forma, indicaron que prevalece el ecocidio a costa de la complicidad y la corrupción de los funcionarios de la Semartant y la Profepa, porque la aplicación de la ley no se está haciendo valer, causando un desequilibrio de la flora y fauna silvestre.
Apuntaron que es inviable que se otorguen permisos en Areas Naturales Protegidas (ANP), pero la corrupción e intereses económicos particulares se imponen por encima de los cuidados del frágil ecosistema de este destino turístico.