De la Redacción
CHETUMAL, 23 de marzo.- La diputada panista Eugenia Solís Salazar, señalada de nepotismo y tráfico de influencias, pretende reelegirse a pesar de su improductivo y escaso trabajo legislativo, pues en sus casi tres años de formar parte de la XV Legislatura, sólo ha promovido 11 iniciativas y de esas tan sólo una pudo prosperar y ser atendida.
El trabajo legislativo de la diputada se reduce a la ociosa iniciativa de decreto por el que se declara 2019 como el “Año del respeto a los Derechos Humanos”, siendo la única propuesta que ha podido sacar en estos casi tres años que lleva en el Congreso de Quintana Roo.
Donde sí ha destacado Eugenia Solís es en el nepotismo y tráfico de influencias para favorecer a sus familiares, prácticas que han sido señaladas por distintas asociaciones civiles, entre ellas El Observatorio Legislativo que descubrió al hijo de la diputada, de nombre Eduardo Alberto Cícero Solís, como uno de los beneficiarios que aparecen en las listas de “ayudas sociales” del Congreso del Estado.
Cuando se hizo el relevo en la Comisión de los Derechos Humanos de Quintana Roo (Cdheqroo), asumiendo la presidencia Marco Antonio Toh Euán en enero de 2018, la diputada Solís Salazar le cobró el favor político y colocó a su sobrino Alan Jael Pat Escobedo en el cargo de Segundo Visitador General de dicho organismo, gracias al sometimiento del ombudsman quintanarroense, que llegó al cargo con el apoyo del PAN en el Congreso del Estado.
Y es que por un tiempo, el sobrino de la diputada se mantuvo como “aviador” en el Congreso local, porque después de haber sido nombrado visitador de la Cdheqroo, se descubrió que se mantenía como subdirector de Acceso a la Información Pública de la Unidad de Transparencia del Poder Legislativo, es decir, ocupaba y cobraba en los dos cargos gracias a las influencias de su tía Eugenia Solís.
Las asociaciones civiles califican el trabajo de la legisladora panista como nulo e improductivo, porque su único aporte a la sociedad quintanarroense fue que se declarara el 2019 como el “Año de respeto a los Derechos Humanos”. También es recordada por promover una iniciativa para tipificar como delito el acto de masturbarse en público o mostrar genitales a terceras personas, así como la iniciativa para prohibir las corridas de toros y peleas de gallos, pero ninguna de éstas ha podido prosperar y se mantienen en la “congeladora” del Congreso del Estado.
De acuerdo con el portal del Poder Legislativo de Quintana Roo, Eugenia Solís Salazar acumula un total de 33 iniciativas presentadas, pero sólo 11 de ellas han sido de manera personal, mientras que 22 corresponden a varios diputados y/o la fracción del PAN en el Congreso local.
De las 11 iniciativas promovidas por la legisladora panista, sólo una ha sido atendida y las otras 10 no han podido prosperar, quedándose archivadas hasta este momento.
Pese a todo lo anterior, Eugenia Solís Salazar buscará la reelección en las elecciones del próximo 2 de junio, participando como candidata del PAN por el distrito VIII.