Por Ovidio López
ISLA MUJERES, 24 de marzo.- La construcción de una docena de palizadas en Playa Norte, después del paso del huracán “Wilma” en 2005, por parte de concesionarios de zona federal, han traído buenos resultados con la formación de dunas, y eso ha frenado nuevas erosiones, según recuento de hechos.
Hay plantas y ornatos sobre estos montículos que sirven de freno a fuertes vientos del norte, especialmente en el lado este de este sitio de recreación masivo. Se observa evidencia de erosión donde no existe esta estructura.
No hay arena en un tramo de 50 metros, desde la base del muelle que comunica con el hotel Mía, en la isleta de El Yunque, hasta la extensa zona de playa que se observa adelante. Con la marea alta a causa de la luna llena invade esta zona rocosa sobre la pared del hotel Na-balam.
Por esta zona se cayeron matas de cocos a causa de la erosión, pero una larga palizada que hizo el personal del hotel a unos pasos de ahí, con orientación hacia el noroeste, “salvó” el resto del arenal; se formó la duna y buena cantidad de arbustos crecieron sobre ella, así sucede con las demás.
Tienen instrucción el personal de este y otros negocios de Playa Norte, donde existen palizadas, a que continúen depositando sobre ellas sargazos para que siga elevando su tamaño y se convierta con el tiempo en puntos de freno de vientos y altas mareas que llegan con huracanes.
Poderosos meteoros “escarban” matas de cocoteros, se ha constado en varios eventos y han llegado a la cimentación de inmuebles de uso turístico en varias ocasiones, por eso las dunas representan formas de defensa natural, mientras aterrice un plan institucional de rescate de Playa Norte, según proyecto municipal dado a conocer hace dos años.
Estudios en la Península de Yucatán, donde se han enfrentando serios problemas de erosión por numerosos huracanes que han cruzado en la región en las últimas tres décadas, indican que este tipo de estrategias deben regularse.
El calentamiento global
En conclusión del estudio que dio conocer en abril del 2015, la Sociedad Geológica Mexicana, sobre “Cambios morfológicos y sedimentológicos en playas del sur del Golfo de México y del Caribe Noroeste”, establece que “la mayoría de los perfiles de playa recientes resultaron ser más largos que los antiguos, lo que parece deberse a que los perfiles recientes se hicieron en temporadas con mayor precipitación. Sin embargo, la forma de los perfiles de playas recientes se presentan con mayor concavidad que los antiguos, lo que sugiere que éstos están sujetos a una mayor erosión. El estado de la marea no parece influir en la longitud de los perfiles”.
A partir, agregó, de la comparación de parámetros texturales se destaca particularmente que de las 23 muestras recientes, 20 están más pobremente clasificadas que las antiguas, debido posiblemente a fenómenos de mezclas por actividad antrópica.
Este fenómeno de la erosión es debido al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, “se produce un calentamiento global ‘in crescendo’, uno de sus efectos podría ser el incremento del nivel del mar, lo cual constituye una amenaza para muchos sitios del planeta…”.