De la Redacción
Quintana Roo en seis meses ha perdido la misma cantidad de corales que a lo largo de 10 años debido a la rápida propagación de la epizootia (epidemia) a la que han nombrado ‘mancha blanca o síndrome blanco’, descubierta en el verano pasado en el arrecife de Puerto Morelos.
El doctor Lorenzo Alvarez-Filip, investigador de la Unidad Académica Puerto Morelos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), detectó en julio de 2018 la presencia del virus y ha visto cómo en seis meses ha muerto la misma cantidad de corales que en el transcurso de 10 años.
Esta enfermedad ha matado a aproximadamente el 30 por ciento de los corales del Caribe mexicano en seis meses; todo el arrecife de Quintana Roo está infectado, hay algunas zonas, sobre todo en el norte y centro de la entidad así como en una de las costas de Cozumel donde el problema es “muy severo” mientras que en sur es “severo” con áreas donde está “iniciando”, tal es caso de los arrecifes en Banco Chinchorro.
En la explicación dada por el científico a los asistentes a una reunión para establecer líneas de acción, comparó a la mancha blanca con la lepra que ataca a los humanos, pues ésta daña la piel de los corales y deja el esqueleto al descubierto sin oportunidad de reponerse tras ser infectada.
“Hay algo profundamente mal en las condiciones en las que se encuentra el hábitat de los corales… básicamente está en el agua marina”, dijo a los presentes.
Tras mostrar con imágenes cómo lucía un coral antes de estar enfermo y cómo se ve una vez que quedó infectado y el tiempo que pasó -semanas- para que la mancha blanca lo abarcara por completo, reconoció la necesidad de hallar soluciones a la misma velocidad con que avanza la epidemia.
“Es un fenómeno que está pasando rápido y hay que tomar acciones a la misma velocidad”, enfatizó el investigador.
En un esfuerzo para tratar de que el problema esté visualizado de manera coloquial, Alvarez-Filip explicó que durante años los corales han presentado padecimientos de los que poco a poco se han recuperado, entre ellos el blanqueamiento, pero actualmente es como si estuvieran heridos y dependiendo de las condiciones de su hábitat es como avanza la enfermedad.
Hay una delgada línea, próxima a estudiarse, entre la llegada masiva de sargazo a las costas de Quintana Roo y la presencia del síndrome blanco, pues el alga aporta nutrientes al agua marina que afectan a los corales, pero también está la presión turística, el mal tratamiento de aguas residuales y el calentamiento global, los que inciden en la calidad del sitio donde está el arrecife.
En el 2014 investigadores de Florida, Estados Unidos, hallaron corales infectados por la mancha blanca, a la fecha -cinco años- la enfermedad ha avanzado en 400 kilómetros de su arrecife, mientras que en Quintana Roo lo hizo en seis meses.
Hay datos, dijo el investigador, de que las Bahamas, Cuba, Jamaica y Puerto Rico han lanzado reportes de la presencia del virus.