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Quintana Roo

Inician actividades litúrgicas

Por José Ramos

CHETUMAL, 14 de abril.- Este domingo inició formalmente en Chetumal la Semana Santa con las primeras procesiones del periodo en las que se bendicen las palmas y los ramos, recordando el día en que Jesucristo entró en Jerusalén.

Este domingo 25 de marzo, la Iglesia Católica celebró el Domingo de Ramos, con lo cual se da inicio a la Semana de la Pasión de Cristo, mejor conocida como Semana Santa, y donde los fieles católicos recrean la experiencia de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Previo a la misa celebrada al mediodía en la catedral del Sagrado Corazón de Jesús, el padre Daniel Preciado encabezó la bendición de las palmas y una breve procesión realizada en el parque Los Caimanes.

Durante el Evangelio recordó a los cientos de feligreses que asistieron este domingo a la catedral de Chetumal, los pasajes que anticipan la Pasión de Cristo. El Evangelio del día correspondió a la lectura de Lucas 22,56 - 23,56.

Finalmente realizó una oración por los enfermos y aquellas personas que viven en el pecado, en la maldad y en las pasiones, para que se les conceda el gozo del perdón y de la paz. Cabe señalar que con el Domingo de Ramos se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, cuando fue recibido por sus discípulos y la población con palmas y ramos de olivo.

Una de las tradiciones al terminar la misa es que los fieles se llevan las palmas benditas luego de ser bendecidas, para colocarlas detrás de las puertas de sus casas en forma de cruz. Muchas personas acostumbran a colocar las palmas benditas como superstición, para alejar malos espíritus, para fines curativos y hasta para alejar a personas que se dedican a robar.

Sin embargo, dicha creencia es errónea según el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), debido a que el verdadero sentido de las palmas en el hogar es darle la bienvenida a Jesús.

La recomendación es tratar estos “sacramentales” con reverencia. Uno de sus usos más comunes es colgarlas junto a nuestras imágenes religiosas favoritas y dejarlas ahí todo el año.

Una vez termine la Semana Santa se sugiere llevarlas a la iglesia para que sean quemadas y emplear su ceniza precisamente en el Miércoles de Ceniza del próximo año, con el que se le dará inicio a la próxima Cuaresma.

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