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Quintana Roo

Por Yolanda Gutiérrez

De nueva cuenta el sargazo invadió los arenales del balneario Gaviota Azul, donde a lo largo de la Semana Santa no se apreciaron grandes cantidades e incluso algunos días la playa se encontraba completamente despejada de algas, esto pese a que los trabajos de limpieza por parte del municipio brillaron por su ausencia.

Mientras que el miércoles toda la línea costera desde Chac-Mool hasta la escollera estaba perfectamente limpia, este viernes el tramo amaneció cargado de sargazos e incluso se apreciaban varios manchones del vegetal en el agua, que flotaban a la deriva llevados por las corrientes, hasta recalar finalmente en la orilla y mezclarse con lo acumulado.

Las algas formaban una mullida alfombra de al menos tres metros de ancho en algunos tramos de playa, mientras que en otros la masa era tal que se extendía más de cinco metros.

Afortunadamente, según comentarios de trabajadores que prestan sus servicios en Gaviota Azul, mucho turismo ya regresó a sus lugares de origen una vez finalizada la Semana Mayor y durante las vacaciones el sargazo no representó tanto problema como habían temido.

“Tuvimos suerte, mucha suerte, porque las semanas previas a las vacaciones se acumuló bastante sargazo en la costa, luego apenas había y ahora otra vez vuelve a amontonarse, cuando ya las vacaciones están por terminar”, mencionó Roque Ulloa, mesero.

Los turistas nacionales y extranjeros que disfrutan de sus vacaciones en nuestro destino, así como los bañistas de la localidad, no tuvieron más remedio que disfrutar su día de playa entre sargazo, que el viernes se acumulaba a lo largo de toda la línea costera de Gaviota Azul y alcanzaba incluso la escollera, donde por lo general no recalan las algas.

En tanto que el tramo comprendido entre el Coco-Bongo y la gran piedra que delimita Gaviota Azul de Chac-Mool se encontraba cundido de sargazo, provocando que quienes caminaban a lo largo de la costa metiesen sus pies entre las algas, arriesgándose a sufrir la picadura de la pulga marina, el dedal o medusas, especies todas ellas que suelen habitar entre el sargazo.

Pese al cúmulo de hierba marina, camastros y sombrillas de los clubes de playa en Gaviota Azul, así como los que se rentan de manera independiente, se encontraban ocupado por bañistas, a los que no parecía importar mucho la presencia de sargazo.

Fernando Gómez, arrendador de sombrillas con muchos años en el negocio, recordó que el problema comenzó en agosto del año 2012, cuando se registró una primera invasión de sargazo en Gaviota Azul, siendo esta la única playa de la zona hotelera que entonces sufrió el problema.

“Desde ese primer recale masivo, prácticamente no hay un solo año que no haya sargazo, no sólo en Gaviotas sino en todas las playas, incluso en Tortugas, Las Perlas y Langosta, que antes se libraban”.

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