Por Gabriel Aguilar
COZUMEL, 15 de mayo.- Cozumel no tiene tan afectadas sus playas como otros municipios quintanarroenses, aunque la que sí se encuentra saturada al tope es Punta Chiqueros.
El problema del sargazo en el estado de Quintana Roo ha sido mucho más lesivo en otros municipios, de tal manera que Cozumel ha tenido la fortuna de no padecer esa afectación a niveles importantes.
En la costa oriental existen puntos donde el sargazo no alcanza niveles desproporcionados, aunque existen sitios con volumen fuera de lo habitual y se encuentra depositado sobre la extensa capa rocosa de esas áreas, que nunca han sido utilizadas como balnearios por las rocas filosas que tiene junto al mar.
No obstante, la playa conocida como Punta Chiqueros se encuentra tapizada de una gruesa capa de sargazo, y donde alguna vez se dieron clases de surf, ahora simplemente no hay ninguna actividad.
En el lugar existe un vetusto y abandonado edificio que hasta hace algunos años operaba como restaurante. Era común que hace unos años llegaran personas a ese lugar a pasar un rato en la playa, ahora es imposible porque no se puede entrar al mar, ya que el sargazo tiene por lo menos cubierto una franja aproximada de 500 metros lineales hacia los costados de la playa, y unos 15 metros hacia mar adentro.
Respecto a la Playa San Martín, que sí es usada como balneario público de suma importancia, se encuentra en cierto modo libre de niveles altos de sargazo, ya que los esfuerzos de recolección a mano, enfocados por personal de la Zona Federal Marítimo Terrestre, se aplican a diario y por esa razón en esta playa no se tiene abundante vegetal marino.
En San Martín, no hay tanta actividad de bañistas, apenas uno que otro turista, probablemente porque tampoco se tiene mucho turismo en esta época del año.
Otra de las playas donde el tema del sargazo ha afectado solamente una parte es en Chen-Río, que en su costado izquierdo tiene una zona apta para bañistas, mayormente, menores de edad, ahí no se tiene esta afectación, pero todo lo contrario sucede del costado derecho, donde se tiene otra abundante cama de sargazo impidiendo actividades de playa y, sobre todo, que dueños de lanchas para pesca ribereña de alguna sociedad cooperativa no las pueden ingresar al mar.