Desaira a jóvenes deportistas

Por Miguel Ángel Fernández

CHETUMAL, 3 de mayo.- Otro episodio negativo que reflejó el trato del gobierno municipal hacia la ciudadanía se registró este viernes, cuando jóvenes fueron ignorados por el presidente municipal Otoniel Segovia Martínez.

En redes sociales se expuso otro caso de deportistas que son despreciados por el alcalde, que en esta ocasión ni dio la cara a los jóvenes que esperaron por horas sentados afuera de su oficina en el Palacio Municipal.

Llegaron muy contentos y se la pasaron horas sentados en el suelo esperando que el Ayuntamiento de OPB los apoyara para un viaje de prácticas, pero lamentablemente para ellos ni el presidente los pudo atender y fue Luis Gamero quien les dijo que los llamarían en caso de que llegaran a conseguir algo.

Los estudiantes del Tecnológico de Chetumal se retiraron muy desilusionados porque creyeron que el morenista Otoniel Segovia los ayudaría tan siquiera con algo, pero ni la cara les pudo dar.

“Pero eso sí, para pagar casi cinco mil pesos diarios para la renta de las camionetas Suburban si tienen y hasta se pintan solos, pero una simple gestión no pudieron hacer por lo menos para quedar bien con los estudiantes”, fue la publicación que hicieron como indignación por el trato que recibieron los jóvenes del alcalde Segovia Martínez.

No es la primera vez que se observa esta actitud en la corta gestión de Otoniel Segovia como presidente municipal.

El 15 de marzo, de manera negligente y hasta “criminal”, el gobierno municipal pretendía enviar a deportistas a la competencia estatal de Taekwondo en Cancún en un microbús del DIF Municipal, con llantas de diferentes tamaños y en el que se colocaron sillas en la parte posterior donde no tiene asientos.

Tuvieron que protestar los padres de familia para que se consiguiera un autobús hasta poco después del mediodía, afectando el itinerario de los jóvenes de entre 12 y 17 años, que representarían al municipio de Othón P. Blanco en el certamen.

Los padres expusieron que gobierno municipal pretendía que sus hijos fueran expuestos a algún percance carretero, al proporcionarles un microbús que evidentemente no tenía neumáticos en buen estado, pues algunas llantas tenían tamaños diferentes.

Además, al hacer una inspección de la unidad se detectó que no tenía asientos en la parte posterior, pues al ser un vehículo inclusivo esa área es para trasladar a las personas en sillas de ruedas. De manera improvisada se colocaron sillas rígidas que además de la incomodidad, también suponían un riesgo para los menores de edad.

Además, recriminaron que no les dieron uniforme alguno, por lo que probablemente Othón P. Blanco sea el único representativo que acuda sin uniforme para esta competencia estatal.