Quintana Roo

Que dicen no es otro que el de 'salvar vidas”

Por María Luisa Vázquez

 

El Cabildo de Benito Juárez tiene previsto, para junio próximo, darle una “sacudida” al programa del Alcoholímetro, empezando por incluir a los “visores ciudadanos”, incrementar el tiempo de permanencia en el “Torito”, hacer trabajo comunitario, entre otras medidas que promoverían a través de reformas legales.

La idea que persigue el gobierno de Mara Lezama es limpiar la imagen del programa del Alcoholímetro, que se ha ganado la fama de corrupción porque los elementos de Tránsito someten al infractor a pagar una “mordida” o en su caso el transgresor tiene que cubrir de 20 a 36 horas del arresto y su coche arrastrado por grúas al corralón.

De hecho, la preocupación del infractor no es pasar la noche en el “Torito” sino pagar los miles de pesos obligado por el servicio de arrastre de la grúa al corralón, donde también hay muchas quejas de que los autos son objeto de robo en su interior.

“El Alcoholímetro ha caído en situaciones que le han hecho perder su espíritu original. La iniciativa de reforma legal es que la gente debe tomar conciencia de que un chofer alcoholizado pone en riesgo su vida o matar a alguien”, dijo el regidor Jorge Sanem.

En una reunión que se hizo en días pasados, los regidores empezaron la discusión sobre las reformas al Reglamento de Tránsito de Benito Juárez y el Bando de Gobierno y Policía.

Cabe señalar que el programa “Conduce sin Alcohol” se creó durante la gestión de Julián Ricalde, a pedido de agrupaciones sociales, tomando en cuenta los resultados que dicho programa tenía en la Ciudad de México.

Sin embargo, desde el inicio del gobierno de Paul Carrillo, el programa de “Conduce sin Alcohol”, mejor conocido como Alcoholímetro, empezó a distorsionarse por lo que el grupo de ciudadanos que fungían como visores ciudadanos se deslindó, y el programa se distorsionó al punto de que terminó siendo muy criticado por la comunidad debido a la facilidad con que se empezó a dejar ir a los culpables.

En la pasada sesión de Cabildo, la alcaldesa, Mara Lezama, presentó propuestas de reformas al Reglamento de Tránsito y del Bando de Gobierno y Policía para darle una “sacudida al Alcoholímetro” e intentar recuperar su espíritu original, el de “salvar vidas”.