Parece un pueblo fantasma

Por Lusio Kauil

JOSE MARIA MORELOS, 21 de junio.- Llegar a la comunidad de Mariano Matamoros es como asomarse a un pueblo deshabitado, pues a pesar del crujido de llantas del camión que nos llevó a ese lugar nadie se asomó a la puerta de su casa o la ventana de la misma, por curiosidad, para ver quiénes eran las personas recién llegadas.

Un perro que se asomó frente a una casa y el cloqueo de unos guajolotes nos hicieron saber que en el poblado está habitado, pese al silencio que se pudo percibir al mediodía.

En dos casas que nos asomamos para hablar nos contestaron unos jovencitos, eran los únicos que estaban ahí resguardados del calor estival. Los hombres mayores se encontraban en el campo laborando, o estaban fuera del pueblo por diligencias.

Pasamos por una escuela y no vimos ningún niño. Supimos luego que desde hace un año ese plantel educativo había sido cerrado por falta de niños.

Mariano Matamoros se mantiene como pueblo, por la persistencia de apenas 5 familias. La comunidad tiene servicio de energía eléctrica, agua potable, una tienda Diconsa y una cancha de basquetbol, construida en 1975.

Don Julián Ruiz, uno de los vecinos del lugar, dijo que en la comunidad vivían unas 57 familias, pero un día, casi la mayoría de ellas se fueron a vivir a la comunidad de Naranjal y a la cabecera municipal.

La gente se fue de la localidad porque supuestamente se fastidiaron de que todo el tiempo las obras de beneficio social que llegaban a la comunidad se tenían que hacer por medio de fajinas (colaboración voluntaria de la gente).

La cancha de basquetbol, obra que se ve todavía en muy buen estado, fue una de las obras que se realizaron por medio de fajinas, dijo don Julián Ruiz.

Mucha gente de fuera tiene predios en la comunidad de Mariano Matamoros, pero por alguna razón ni los habitan ni los limpian, la gran mayoría se encuentran baldíos.

En ese lugar no existe molino de nixtamal, por consiguiente, las familias tienen que ir a moler a la comunidad de Naranjal, o en su caso conseguir tortilla en ese lugar.