Por Luis Enrique Tuz
RIBERA DEL RÍO HONDO, 24 de junio.- Luego de que el gobierno federal anunciara el sello de 23 municipios de la frontera sur del país, en el municipio Othón P. Blanco, Quintana Roo, la Guardia Nacional intensificó la vigilancia para la contención de indocumentados centroamericanos, debido a que tienen presencia en el crucero de Pucté con Javier Rojo Gómez, Palmar y La Unión, en la ribera del río Hondo, así como en el módulo de control de seguridad en Chetumal.
Y es que hoy el secretario de la Defensa Nacional, General de División Luis Cresencio Sandoval González, en la conferencia matutina del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, celebrada en la ciudad de Cancún, informó que en la frontera sur, en la franja de Guatemala y Belice, están apostados dos mil elementos en funciones de la Guardia Nacional, que van desde Chetumal a Tapachula, Chiapas.
“Estamos haciendo toda una cobertura en la frontera sur y ahí estamos coadyuvando con el esfuerzo del Instituto Nacional de Migración, es quien tiene ahorita la facultad para estar haciendo el aseguramiento de personas y los estamos apoyando para poder llevar esta actividad”, dijo.
De acuerdo con el general, a los migrantes ilegales se les detiene y los ponen a disposición de las autoridades para que hagan su trámite normal.
Ante este anuncio, en las carreteras de la frontera sur del país, concretamente desde Chetumal a La Unión, municipio Othón P. Blanco, se constató la presencia de los agentes de la Guardia Nacional, conformada por oficiales de las policías Militar (Ejército), Naval (Secretaría de Marina Armada de México) y Federal.
En módulo de control de seguridad de reciente construcción y ubicado frente al C-4 en la carretera Chetumal-Bacalar, se tiene la presencia de los elementos de la Policía Federal, Ejército Mexicano y Secretaría de Marina-Armada de México, para conformar el primer filtro de revisión de “combis” que vienen de la ribera del río Hondo, Nicolás Bravo y Caobas, del municipio Othón P. Blanco, así como las que circulan hacia los pueblos de Bacalar.
La inspección se concentra en los vehículos que circulan de Chetumal a Bacalar y de Chetumal a Cancún, para contener a los migrantes indocumentados que hayan pasado los retenes que se tienen a lo largo de la ribera del río Hondo.
En la comunidad Palmar, Othón P. Blanco, desde la semana pasada se instaló un retén conformado por elementos de la Policía Federal, Ejército Mexicano y Secretaría de Marina-Armada de México, quienes apoyan a los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), los cuales revisan las “combis” que viajan desde La Unión, Revolución, San Francisco Botes, Rovirosa, Javier Rojo Gómez y Pucté, todos con rumbo a la capital del estado.
Este retén conforma el segundo filtro para la contención de migrantes indocumentados; sin embargo, los elementos se reservaron a proporcionar los resultados que han tenido en el operativo implementado desde la semana pasada.
En el crucero de Pucté con Javier Rojo Gómez, frente al Colegio de Bachilleres Plantel Río Hondo, se observó un tercer retén de elementos de las policías Federal, Militar y Naval, los cuales se dedican a la revisión de los vehículos que vienen de San Francisco Botes y Rovirosa.
Y es que en esos poblados se tiene una constante migración de vecinos del país de Belice que cruzan la frontera para realizar compras de víveres en las comunidades San Francisco Botes y Rovirosa, pero algunos se aventuraban a llegar hasta la capital del estado.
Sin embargo, por el conocimiento que tienen de los retenes en la carretera Ucum-La Unión y al no contar con los permisos migratorios para entrar a México, ya no se aventuran a subirse en un vehículo para viajar a la capital del estado por el temor de que sean asegurados.
En la comunidad La Unión, en donde desde hace muchos años se da el intercambio comercial entre ciudadanos mexicanos con los del distrito Orange Walk y Blue Creek, Belice, se vive una aparente calma.
Aunque los ciudadanos que pasan del lado mexicano no salen de la comunidad La Unión, sino que realizan sus compras y se regresan a su lugar de origen.
De acuerdo con los datos recabados, la comunidad La Unión cuenta con una oficina del Instituto Nacional de Migración (INM), en donde se les otorga permiso a los ciudadanos beliceños para que puedan realizar sus compras.
En el cruce La Unión-Blue Creek los propietarios de las canoas informaron que ante el sellamiento de la frontera sur han tenido una considerable baja en los servicios, porque del lado de Belice se encuentra un retén militar que está implementando un operativo para la contención de inmigrantes centroamericanos.