Por Eva Murillo
La decepción de ver que los candidatos brincan de un partido a otro, poniendo en duda sus valores, fue lo que hizo que la ciudadanía no saliera a votar este domingo, opinó el obispo Pedro Pablo Elizondo.
Ayer, fue la jornada electoral para elegir a los integrantes de la XVI Legislatura de Quintana Roo, la cual registró baja presencia de votantes en la mayor parte de las casillas instaladas.
El líder religioso cuestionó el proceder de las personas postuladas como candidatos al pasar de un partido a otro, generando decepción en los votantes.
“Es lo mismo, o sea, primero (están) en un partido, luego en otro y luego en otro, hay unos (candidatos) que han recorrido todos (los partidos políticos), entonces ¿qué idea, criterios y valores ofrecen?… eso es lo que decepciona, pienso que es decepción… da lo mismo uno que otro (candidato) o un partido que otro partido. Es poco de decepción, más la flojera. Hay decepción por los frutos”, remarcó en entrevista al final de la misa del mediodía en la Catedral de Cancún.
También reconoció que los ciudadanos no le da importancia a este tipo de elecciones, sin tomar en cuenta que son para decidir a quienes van a establecer las leyes que regirán a la entidad.
“Son elecciones de diputados, es importante que la ciudadanía tome consciencia de que hay tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, el que se eligió ayer es el que va a decidir las leyes, pero solo le damos importancia al Ejecutivo, cuando se elige presidente”, comentó.
La falta de “frutos” en el quehacer político también afecta el interés ciudadano para salir a votar en jornadas electorales en las que son electos los diputados locales, comentó.
Opinó que ofrecer y aceptar despensas y cualquier otro tipo de apoyo a cambio del voto, es ser corrupto.
Si alguien que aspira al poder, desde su campaña ofrece ese tipo de “apoyos”, es fácil imaginar lo que va a ser o cómo va a trabajar cuando logre un puesto político, remarcó.
“Hace falta que los gobernantes demuestren que no es lo mismo”, consideró el obispo Pedro Pablo Elizondo.