Por María Luisa Vázquez
Se retrasará la apertura de un carril en la zona de El Crucero, que estaba prevista para el próximo martes, debido a que aún no se termina de habilitar dicha vialidad, y también falta el semáforo para hacer los cruces de autos y peatones.
Entre tanto, la actividad comercial fluye casi de forma normal en la zona, sin embargo, se observó que pese a que cientos de trabajadores tienen en ese sitio su lugar de llegada de las obras, no hay seguridad pública, lo que ayer desencadenó en una tragedia.
El secretario estatal de Obras Públicas, William Conrado Calderón, supervisó ayer las obras en la zona de El Crucero, y también se reunió con personal de la Dirección de Tránsito para resolver los últimos detalles de los semáforos.
Es más, el funcionario estatal estaba en la zona y a los pocos minutos ocurrió el asesinato de un par de personas en El Crucero, donde dos más, un niño y una personal de la tercera edad, resultaron heridos.
El acuerdo con los comerciantes de la zona de El Crucero fue que en un plazo de tres semanas, que se cumplen este lunes, se abriría un tramo a la circulación, en el carril que va desde la avenida López Portillo, a la altura de la Tulum, hasta Puerto Juárez.
Lo que es un hecho es que ya se hizo el colado del concreto hidráulico, y la obra está en proceso de fraguado, que es el endurecimiento del material, y según el propio William Conrado, el próximo martes se estaría abriendo un carril a la circulación, para trabajar del lado de la López Portillo hasta la avenida Uxmal.
En días pasados, la empresa Aguakan informó que en ese sitio, cruce de las avenidas López Portillo y Tulum, llevaron a cabo trabajos de mantenimiento de toda su red hidráulica, lo que habría retrasado el colado del concreto hidráulico y, por lo tanto, hizo que sea imposible reabrir a la circulación, a partir del próximo martes.
Cabe señalar que en la zona de El Crucero se invertirán casi 19 millones de pesos, en la reconstrucción del cruce de López Portillo y Tulum, así como la modernización del parque, donde se conservará el kiosco pero será rehabilitado y también se retirarán las palmeras y los arriates o jardineras, que comúnmente usan los trabajadores mientras esperan su contratación, y según el secretario, William Conrado, tendrán un paradero especial en La Rehoyada, pero destacó que “de ninguna manera los vamos a desterrar (de la zona de El Crucero)”.