Por Gerardo Reynoso
El experimento de hospedaje de espectáculo, no funcionó para el grupo español Globalia en Cancún, el cual decidió cerrar las puertas del Hotel Melody Maker, a un año de su apertura.
De acuerdo con fuentes oficiales de la asociación de hoteles españoles en el Caribe mexicano, Globalia decidió ir al cierre debido a que no se concretó un aumento del 45 por ciento en los niveles de ocupación durante los últimos ocho meses.
El grupo español intentó impulsar las ventas del Melody Maker a través de conciertos y live set de artistas dentro del mismo hotel; sin embargo, no se tuvo la respuesta esperada en los mercados de Estados Unidos y en el segmento de turismo europeo.
A esta situación, se le añade el hecho de que hay temas específicos en México que han afectado al sector hotelero, como la falta de regulación de plataformas como Airbnb, así como el sargazo, la falta de promoción turística directa que se tenía hasta el año pasado.
Todos estos elementos fueron los que llevaron al cierre del hotel Melody Maker, el cual no alcanzó los porcentajes de ocupación que se esperaban para sus primeros 12 meses de operación.
Incluso en diciembre del año pasado, cuando se presentaron artistas y djs de renombre, no se lograron los números que se tenían pronosticados para la temporada alta de invierno.
Lo anterior significó que el pronóstico de venta se ha mantenido muy por debajo de lo esperado, debido a que las estrategias que ha llevado a cabo la compañía no han sido suficientes y se ha visto obligada a salir de Cancún.
En consecuencia, la compañía de la familia Hidalgo ha tenido que sellar su gran proyecto hotelero en México, al no conseguir arrancar las ventas durante el primer año de vida de su primer establecimiento en Cancún. Globalia trató de dinamizar la ocupación del resort con la elaboración de un programa de fiestas que incluía a los más grandes de la música electrónica mundial, pero ni aún así fue capaz de darle el impulso que esperaba.
Asimismo, el Melody Maker de Be Live Hotels ha tenido que enfrentarse a una demanda por violar derechos de autor. El hotel no contaba con una licencia de derechos para usar películas y series de televisión tanto en las zonas comunes como en las habitaciones.
El alojamiento fue denunciado por Licencias y Servicios Audiovisuales (LYSA), empresa que ejerce los derechos de autor de productores audiovisuales tanto nacionales como extranjeros, y que considera que todo hotel debe contar con licencias o autorizaciones para usar contenido audiovisual.
En España, la división hotelera del grupo también sufre las consecuencias del fenómeno Airbnb, la competencia de otros destinos del Mediterráneo como Turquía, Egipto y Norte de Africa y la debilidad de la economía europea.
Sin embargo, Be Live, que cuenta con 35 hoteles situados en España, Portugal, Marruecos y el Caribe y unos ingresos de 192 millones de euros, está en fase de crecimiento y se están explorando alternativas para darle un mayor impulso.
“Nos gustaría hacerla crecer de manera importante de aquí a tres años. Estamos trabajando para mejorar el producto, tratando de llegar a una tarifa más alta y crecer optimizando costos para tener un producto que te permita competir en el mercado americano y canadiense”, ha indicado Javier Hidalgo, CEO de Globalia.