Por Olivia Vázquez
La reserva de última hora activa no sólo a la hotelería establecida del destino sino también a las plataformas digitales que ofrecen hospedaje residencial y que van agotando la disponibilidad de cuartos en esta temporada. La oferta de más de diez mil habitaciones que gira en la red, con aproximadamente una docena de plataformas digitales, ya se lleva casi el 10% del mercado turístico que llega a la región.
En la hotelería organizada, el promedio de ocupación comenzó a ganar puntos esta semana y se mantiene por niveles superiores al 80%, de una oferta que ya abarca casi 36 mil habitaciones.
En el segmento hotelero, ocho de cada diez habitaciones se encuentran operando durante la temporada, pero hay desarrollos que llegarán al tope de su disponibilidad en los siguientes días.
En lo que refiere a la hotelería de tiempos compartidos, los promedios son más altos en ocupación por el cliente repetitivo que opera este sector, que sigue en franco crecimiento en el mercado.
El tiempo compartido está sosteniendo promedios de ocupación arriba del 85% en la temporada y le gana a la venta en 10% más, comparado con el año anterior, de acuerdo a reportes de asociaciones como Acluvac y Acotur, que operan con más del 40% de la oferta hotelera del destino.
En el caso de las plataformas de hospedaje que operan en el destino, anfitriones que operan directamente en el mercado reportan que las operaciones en el arranque de julio fueron lentas, manteniendo ocupaciones del 30 y hasta 50% de las noches disponibles, pero a partir de esta semana, la reserva se acelera y hay anfitriones que están recibiendo reservas de hasta siete y diez días en la temporada, lo que elevará la noche ocupada hasta en 70 y 80%.
En cuanto a las casas habitación de algún familiar o amigo, que se llevan hasta el 3.5% de la ocupación, la actividad se incrementa conforme avanzan los días de la semana y muchos de los trabajadores que viven en el destino ya tienen en casa a familiares y amigos que estarán pasando los próximos días en el hogar, disfrutando de las playas públicas y atractivos de la zona con un gasto que, si bien menor para la gran industria turística, representa la derrama económica que más impacta al resto de los sectores productivos por el consumo generalizado que realizan en la plaza.
Este tipo de hospedaje también es un aportador de la temporada y se activa principalmente con turismo regional que decide pasar de cinco a diez y hasta quince días en el destino acompañando al familiar que habita la región.