Quintana Roo

Por Gerardo Reynoso

El registro de homicidios culposos en Quintana Roo se disparó en 2019, al sumar 429 casos, cifra que representa más de cinco veces los 81 casos del mismo período del año anterior.

De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública actualizados al primer semestre de 2019, la incidencia de este delito supera a los homicidios dolosos, que para este período suman 320 casos.

Esta situación no ocurría en esa entidad desde el año 2015, cuando se reportaron 343 casos de homicidios no intencionales, más que los 228 casos de homicidio doloso.

Sin embargo, este tipo de comportamiento en estas cifras puede representar una situación anómala, de acuerdo con David Ramírez de Garay, coordinador del Programa de Seguridad en México Evalúa.

El pasado 2 de julio, esa organización dio a conocer un reporte que analiza las anomalías y detecta indicios de manipulación en los registros estatales de homicidios por parte de las fiscalías y procuradurías.

Según dicho documento, Quintana Roo es una de las entidades donde se ubicó mayor incidencia de este problema, precisamente por el comportamiento del registro de los homicidios culposos a lo largo del tiempo.

“Podría ser un indicador de que al menos los homicidios culposos tienen un comportamiento fuera de lo común. No podríamos saltar a decir que esos homicidios culposos en realidad son homicidios dolosos que no están siendo reportados, habría que verlo con más detalle, pero sí es algo que habría que poner atención”, indicó a medios nacionales.

En el documento “Fallas de origen: Índice de Confiabilidad de la Estadística Criminal (ICEC)”, Quintana Roo se ubicó entre los 10 estados con calificación más baja en la calidad de las estadísticas de homicidios que se reportan ante el SESNSP, debido a las irregularidades que presenta el conteo de los culposos, pues registran una “evolución atípica”.

“Si encontramos estas anomalías, estos problemas en la medición, en la generación de la estadística criminal, eso es un indicador de que la forma en que las fiscalías están trabajando no es la óptima, hay que ver cuáles son las razones específicas”, aseguró.