Quintana Roo

Sin recursos para salvar manglares

Por Eva Murillo

Aun con la existencia de leyes ambientales mexicanas y de los servicios ecosistémicos que brindan, los manglares siguen siendo aplastados por enormes complejos hoteleros, comerciales o residenciales en la costa de Quintana Roo, que han provocado la pérdida de por lo menos ocho mil hectáreas entre 1980 y 2015, según estimaba la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) hace cuatro años. Sin embargo, la edificación de infraestructura no ha parado, por lo que la cifra actual es mayor.

La devastación de zonas de manglar va más rápido que los trabajos de recuperación y reforestación, además de que los recursos para esos trabajos son escasos, remarcó Jorge Alfredo Herrera Silveira, investigador titular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Cada 26 de julio, desde hace cuatro años, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) conmemora el Día Internacional de la Protección del Ecosistema de Manglar.

Hoteleros, sin compromiso

“La Conanp ha tenido una estrategia de compromiso con la restauración y protección del manglar en todas las áreas protegidas, desde Celestún hasta Xcalac, pero no hay recursos, el problema está en el presupuesto federal a las áreas protegidas con manglar; luego en los empresarios (hoteleros) tampoco en muchos de los casos, hay compromiso”, dijo el investigador que además comparte sus conocimientos a través de talleres sobre este ecosistema con personal de los centros de hospedaje, quienes le han manifestado que cuando presentan proyectos para mejoría ambiental los propietarios del complejo hotelero no autorizan presupuesto.

Lo ideal es que los dueños de las grandes cadenas de hoteles, como las de inversión española, aporten recursos para la conservación de los manglares, dijo y los llamó a aportar aunque sea el 1 por ciento de sus ganancias a las labores de restauración de manglar.

“Vamos muy lento en la restauración y se va muy rápido en el deterioro. Hay una relación inversa. Tenemos algunos recursos para hacer restauración pero cuando hablamos de decenas de hectáreas cuando mucho y las pérdidas son de miles de hectáreas… no estamos perdiendo la batalla pero digamos que no tenemos tantos proyectos como quisiéramos”, lamentó el investigador, integrante experto de organizaciones como UNESCO, Ramsar, Comisión de Cooperación Medioambiental México-Canadá-E.U.A., (CCA) en temas de: Restauración de Manglares, Mareas Rojas, Calidad del Agua y Carbono Azul, además coordinador del programa de caracterización y monitoreo de los manglares de la Península de Yucatán de la Conabio.

Sin recursos

Es que tras 12 años de estudios para saber cómo ayudar a los manglares a recuperarse, en este momento ya saben como hacerlo pero ahora no hay recursos para poner en práctica lo aprendido.

“Los proyectos que voy a emprender son externos, de organizaciones extranjeras que dan recursos para la restauración de mangle en Sisal, Dzilam y Río Lagartos; hay muchas áreas que recuperar pero hacen falta recursos para la restauración”, remarcó Herrera Silveira.

Drásticas pérdidas

El informe final del Proyecto GQ004 “Los manglares de México: estado actual y establecimiento de un programa de monitoreo a largo plazo” impulsado por la Conabio en el que estudiaron el período comprendido entre 1980 y 2005, registraron un incremento substancial de las superficies destinadas a Desarrollo Antrópico en más de 22 mil hectáreas. La mayor parte de estos cambios ocurrieron en la zona que va de Cancún hasta Playa del Carmen, detalla el informe, donde ubicaron por lo menos a 16 mil de las 22 mil hectáreas impactadas, de las cuales unas mil 300 crecieron a expensas del manglar.

El mismo estudio señala que con respecto a la cobertura de manglar, esta tuvo una pérdida neta de 7 mil 700 hectáreas lo que representa un 5.58 por ciento de la cobertura original de 1981, por lo que según los cálculos, la tasa de deforestación anual fue del -0.24 por ciento, lo que indicó en ese año, que el manglar es un ecosistema que presenta amenazas de conservación y que paulatinamente va restringiendo su distribución en la zona de estudio.

Servicios ambientales de

los manglares

-Es refugio y hábitat de fauna terrestre y acuática, local y migratoria.

-Son sitio de anidación y reposo para aves acuáticas.

-Es zona de crianza y reproducción de peces e invertebrados marinos y estuarinos con relevancia comercial y ecológica.

-Favorecen la estabilización de sedimentos.

-Protegen la costa contra oleaje, huracanes y tormentas tropicales.

-Son un atractivo turístico en la zona.

-Las zonas de manglar brindan protección a embarcaciones durante huracanes y tormentas.