“Un día sin sargazo”
* Aunque su comportamiento es tan errático que unos días hay arenales en los que no se puede ni meter los pies y otros, como este fin de semana, en que el recale es con mucho menor intensidad * Este año los recales son menores a los registrados durante la temporada veraniega del anterior
Por Yolanda Gutiérrez
A excepción de Coral, los balnearios públicos de la Zona Hotelera se encontraban casi libres de sargazo, aunque en la mayoría de las playas, incluso en el canal Nizuc, se apreciaba el agua turbia, sin los característicos colores predominantes en el Caribe, que solo pudieron disfrutarse en Gaviota Azul.
Pese a que este año los recales de sargazo son menores a los registrados durante la temporada veraniega anterior, Cancún no se libra de su flagelo, aunque su comportamiento es tan errático que unos días hay playas en las que no se puede ni meter los pies y otros, como este fin de semana, en que las macroalgas recalan en los balnearios con mucha menor intensidad.
De hecho, al llevar a cabo un recorrido por los principales balnearios públicos se pudo constatar que en el agua flotaban pequeños pedazos de sargazo, a comparación con los manchones que recalaban hace unos días, mientras que la línea costera se encuentra bastante más despejada.
Tortugas amaneció con una estrecha línea de sargazo en la orilla, insuficiente como para molestar a los bañistas que se dieron cita el sábado en el balneario público, uno de los favoritos entre los residentes, hecho que no deja de preocupar a los prestadores de servicios, poco acostumbrados a las algas, que se presentan de manera bastante ocasional.
La otra cara de la moneda la representa Coral: el olor a sargazo podrido, recrudecido el sábado por la lluvia acompañada de tormentas eléctricas que se registró poco antes del mediodía, se aprecia al menos a 500 metros de la playa Blue Flag, repleta de pestilentes algas que invaden la orilla y varios metros de agua.
A un costado del balneario, muy cerca del parque acuático, se acumula un enorme montón de sargazo seco entre el que se aprecia una gran cantidad de arena, pese a que se había anunciado previamente que se tendría especial cuidado para levantar solamente el sargazo y por ello los trabajos de retiro se llevarían a cabo con palas y rastrillos.
Nada más lejos de la realidad. Se introducen máquinas en los arenales que arrastran el sargazo de la orilla, dejando a su paso un sucio rastro de hebra de macroalgas, que se mezclan con la arena y provocan que adquiera un tono más obscuro y sucio, tal como se apreció en Gaviota Azul, uno de los balnearios que el sábado presentó un aspecto casi limpio.
Guardavidas del destino señalaron que el sargazo que recala en nuestras costas deriva a determinadas playas según las corrientes y la dirección del viento y, aunque prácticamente no hay playa que, en mayor o menor grado, libre del flagelo de las macroalgas, en estos últimos días su presencia es menor, especialmente en los balnearios que generalmente acumulan una mayor cantidad, esto en Coral, Delfines, Ballenas, Marlín, Chac-Mool y Gaviota Azul.