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Quintana Roo

Enorme impacto social y económico

Por Gabriel E. Manzanilla

CHETUMAL, 3 de julio.- Prohibir las corridas de toros en Quintana Roo no sólo es “matar” las tradiciones y costumbres de la región, sino también es acabar con más de un mil toros de lidia que tendrían que ser sacrificados, junto con la desaparición de más de 200 ferias y festejos populares que año con año dan sustento a comunidades enteras, especialmente en la Zona Maya, que es una de las más marginadas y abandonadas del estado.

Así lo consideró el presidente de Tauromaquia Mexicana capítulo Quintana Roo, Jaime Valenzuela Tamariz, quien celebró la decisión del gobierno del estado y de algunos legisladores para dar marcha atrás a la Ley de Protección y Bienestar Animal, aprobada por mayoría de la XV Legislatura el pasado 26 de junio, esperando que con ello pueda ser analizada y se elimine el polémico artículo que prohíbe las corridas de toros y peleas de gallos en la entidad.

Valenzuela Tamariz dijo que la referida prohibición fue aprobada de manera irresponsable por un puñado de 12 diputados que no consultaron a sus comunidades sobre el impacto que esta decisión traería, porque ni siquiera se han tomado la molestia de visitar a la gente que en su momento les dio el voto, “no conocen su entorno y no tienen idea de cómo vive su pueblo y todo lo que hacen las familias para sobrevivir, por eso es que aprueban las cosas irresponsablemente y con mucha ignorancia”, puntualizó.

Sostuvo que fue una decisión unilateral la que tomaron los diputados para prohibir las corridas de toros y peleas de gallos en el estado, además que es violatoria al artículo segundo de la Constitución Mexicana, en el cual se reconocen, protegen y garantizan los usos y costumbres de los pueblos indígenas, quienes tienen derecho a decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.

“Los diputados pasaron por encima del derecho constitucional de sus comunidades, porque nunca fueron consultadas sobre esta prohibición; aquí mismo hay comunidades y dignatarios mayas que están siendo afectados por esta irresponsable decisión, esto fue un ‘madruguete’ porque se metió de último momento y sin conocer la postura de los pueblos mayas e indígenas”, comentó.

Indicó que las corridas de toros son una tradición muy arraigada de las comunidades mayas que hay en la Península de Yucatán, tanto así que año con año se realizan cientos de ferias y festejos populares relacionados con la tauromaquia, mismos que dan sustento a miles de familias y comunidades enteras.

Valenzuela Tamariz dijo que las tradiciones de las comunidades no son lo único que está en juego, sino también su actividad económica y varios miles de empleos directos e indirectos, “los diputados, para poder festejar su victoria pírrica de prohibir las tradiciones, están tirando al traste una cantidad inimaginable de empleos que no tienen idea y no se dan cuenta porque ellos nunca van a las comunidades, son diputados de escritorio”, sentenció.

Mencionó que tan sólo en Quintana Roo, anualmente se hacen más de 200 eventos taurinos en casi una treintena de comunidades; entre fiestas patronales, charreadas, jaripeos, así como una gran diversidad de ferias y festejos populares propios de cada región, sobre todo en la Zona Maya, que es la más marginada y olvidada del estado.

“Desde los que construyen las plazas de madera para cada uno de estos festejos, posteriormente las personas que acondicionan estos lugares también se van a quedar sin empleo; por otro lado están los ganaderos, caballerangos, corraleros, los que fabrican y venden las herramientas taurinas, entre otros que ya no van a tener chamba; y por último los matadores, toreros, novilleros, palqueros y todos los subalternos que viven de ello desde hace muchos años. Todos ellos se van a quedar sin chamba de la noche a la mañana y eso los legisladores no lo miden, sin contar los empleos indirectos como los que te venden el material, el alimento, los vendedores ambulantes, transportistas, artesanos y toda la demás gente que año con año esperan estos eventos”, detalló.

Además, dijo que con la prohibición de las corridas tendrían que ser sacrificados más un mil toros de lidia que hay en Quintana Roo, porque no se pueden tener al aire libre, ya que son de naturaleza muy brava y territorial.

Finalmente, indicó que se están tomando criterios muy egoístas y superficiales para decidir cuál maltrato animal se permite y cuál no, ya que comparó la vida de un toro de lidia con la de una res de matadero, señalando que el primero vive más tiempo y de forma más digna que el segundo.

“Un toro de lidia puede vivir por más años que una vaca de matadero, además que está mejor cuidado, mejor alimentado y se le permite correr libre por los establos, lleva una vida bastante cómoda antes de ser enviado a la plaza; en cambio, una res de matadero, desde que nace lleva una vida de sufrimiento, se les tiene encerradas sin poder moverse, se les alimenta por la fuerza y se les llena de suplementos, no importa si se enferman, si están agotadas, todo para que al final las maten de forma cruel. Entonces ¿qué criterio están tomando los diputados para decir que lo que hacemos es maltrato?”, concluyó Valenzuela Tamariz.

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