De la Redacción
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 13 de agosto.- Entre vendedores ambulantes y registros rotos que representan verdadero peligro para los turistas se vive a diario en la emblemática Quinta avenida de este polo vacacional; pese a que se anuncia que en septiembre iniciaría la remodelación de la zona el problema es agudo y crea malestar entre los comerciantes.
De acuerdo a denuncia de los comerciantes exigieron la intervención de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la concesionaria de agua potable Aguakan y Obras Públicas municipales para que reparen los registros dañados que son su responsabilidad, así como el cambio de adocreto rotos, dado a que se convierten un peligro para los peatones.
Los comerciantes establecidos explicaron que en algunos casos les han colocado trafitambos, plantas o conos para que el turista y caminantes en general eviten tropezar y lesionarse, “lamentablemente para las autoridades todo está correcto en la Quinta avenida y calles aledañas, si dejaran sus escritorios por un día se darían cuenta de las diversas problemáticas para buscarles soluciones inmediatas”, agregaron.
Asimismo, explicaron que pagan impuestos a los tres niveles de gobierno, que en el caso de los hoteleros el turista desembolsa 20 pesos por noche cuarto ocupado, que las mismas autoridades informaron que cierto porcentaje era para mejoramiento de la zona turística, limpieza de playas y hasta alumbrado público, pero pareciera que no todas en las áreas se están cumpliendo.
A lo anterior, agregaron, debe insistirse en la grave problemática que se presenta con la proliferación de vendedores ambulantes, antes la molestia se centraba en los módulos de tours y proliferación de comisionistas, hoy uno puede encontrar desde venteros de cigarros hasta de tacos en triciclo, completa anarquía que proyecta mala imagen como el destino de clase mundial.
Finalmente, los comerciantes molestos pidieron poner orden, no seguirles dando “atole con el dedo” de que cuando inicie la remodelación de la Quinta avenida se acabarán los problemas de imagen, incluyendo los ambulantes, que fueron un grave competencia desleal durante una crítica temporada baja de verano.