Quintana Roo

De la Redacción

PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 16 de agosto.- La narco-violencia que azota este municipio pareciera no tener fin; toda vez que, un sicario intentó ejecutar a balazos a un sujeto en un negocio de autopartes en la colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta, hiriéndolo de cuatro disparos; al amparo de la incapacidad o complacencia de la policía, el matón se dio a la fuga en un automóvil de modelo reciente, en tanto que el lesionado no esperó la llegada de los paramédicos de la ambulancia, ya que fue llevado al Hospital General del Sesa en su propia camioneta, conducida por una mujer que lo acompañaba.

Alrededor de las 20:00 horas de este viernes, Ángel Guadalupe G. P., de 46 años, originario de Yucatán, acompañado de una persona del sexo femenino, a bordo de una camioneta marca Ford, gris, llegó al negocio de autopartes “Audio, Alarmas Polarizado”, ubicado en el cruce del Bulevar Playa del Carmen con avenida Luis Donaldo Colosio Murrieta, y al momento de ingresar al local, un sicario que al parecer lo seguía, le disparó en ocho veces, hiriéndolo en cuatro ocasiones, dos en la espalda y dos en el abdomen.

El herido fue subido en el asiento del copiloto de la camioneta en la que llegó al negocio, y trasladado al Hospital General de los Servicios Estatales de Salud (Sesa), custodiado por la Policía Municipal para prevenir que intentaran rematarlo.

En lo que respecta al sicario, vestía camisa de manga larga, color naranja, y se dio a la fuga en un vehículo de modelo reciente color azul, sobre el carril de baja velocidad del Bulevar Playa del Carmen, en el sentido sur-norte rumbo al cementerio.

La Policía Municipal Preventiva (PMP), a su llegada, se limitó a acordonar la “escena del crimen” desde la calle hasta el interior, porque los casquillos percutidos quedaron regados en la vía pública y dentro del negocio, incluso algunas ojivas impactaron en la vitrina de cristal, donde exhiben los productos automotrices que comercializan.

Finalmente, las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) recolectaron las evidencias de la fallida ejecución, básicamente los casquillos percutidos y las ojivas, para esclarecerla y eventualmente detener al responsable, lo que raramente sucede y cuando ocurre todo queda en el sicario porque las investigaciones no llegan hasta las cabecillas de las organizaciones criminales generadoras de narco-violencia, y tampoco hay prevención porque los jefes policiacos en el estado y en el municipio pareciera que no pueden con la encomienda.