Quintana Roo

Interés e indecisión para procesar el sargazo

Por Eva Murillo

El interés por industrializar a gran escala el sargazo es alto, al grado de que las autoridades ambientales del estado ya perdieron la cuenta de cuántas entrevistas para hablar sobre el tema han sostenido con empresas privadas, sin embargo, ninguna de las propuestas está en marcha, incluso a pesar de que el gobierno estatal les ha externado que está dispuesto a dar facilidades para el establecimiento de industrias como el dar en comodato o en préstamo terrenos.

La indecisión es atribuida a que no hay certeza de la cantidad de algas que va a recalar cada día y que garantice la producción de las empresas, además de la falta de un plan de negocios y mercadeo, así como de los esquemas financieros, pues este tipo de proyectos requiere de inversiones millonarias.

Hasta ahora, los usos más viables y que tienen mayores posibilidades es la instalación de industria para generar celulosa, producir energía eléctrica o fabricar bioplástico.

En este mes, la Secretaría de Marina (Semar) informó que tras efectuar estudios de calidad del agua y presencia de metales en algunas playas con presencia de sargazo, determinaron que el alga no es contaminante y trabaja en realizar experimentos de secado para determinar si es factible su aprovechamiento e industrialización.

“Han venido muchas (empresas), ya perdí la cuenta (de cuántos), muchos traen pruebas de que es factible, técnicamente, usarlo de distintas formas; los hemos convocado a invertir en el estado, hemos ofrecido facilidades tanto en permisos y la posibilidad de apoyarlos con los terrenos en comodato o préstamo para eso… pero no se ha concretado ninguno. Sí hay algunos (usos) de carácter artesanal”, informó Alfredo Arellano Guillermo, secretario de Ecología y Medio Ambiente estatal.

Los principales impedimentos para que los industriales se establezcan en Quintana Roo son la parte económica que requieren para la maquinaria y las dudas sobre las cantidades de algas que van a llegar, así como las zonas en donde va a haber mayor recale.

Entre los interesados hay inversionistas nacionales y extranjeros, pero a la fecha ninguno se ha establecido. Los pronósticos son que el sargazo llegó para quedarse, sólo que aún es una incógnita de cuándo habrá menor o mayor cantidad, pues su arribo depende de situaciones naturales como el viento y las corrientes marinas que el humano no puede manipular.