Quintana Roo

Por Gerardo Reynoso

Nunca como ahora, Cancún se volvió tan peligroso que ahora se han creado mapas de alto riesgo para deportistas, en este caso ciclistas, debido a que tras el fallecimiento de José Vicente Pérez y Rosendo Ibañez, la situación del ciclismo amateur en la ciudad se transformó de forma dramática.

Y es que el último andar de José Vicente Pérez, de 45 años, y Rosendo Ibáñez, de 33, lo dieron en compañía de sus bicicletas. Aunque su destino era recorrer la ruta que los ciclistas conocen como “Francisco May” y “La Viejita” en Cancún los deportistas no llegaron a la meta.

Desde el pasado 4 de agosto Vicente Pérez y Rosendo Ibáñez fueron reportados como desaparecidos, luego de que no regresaran de practicar el senderismo en la zona de la Región 109 del municipio Benito Juárez.

Esta zona en particular es la que ahora se ha trazado como peligrosa. De acuerdo con los clubes de ciclismo de la ciudad, ya se consideran zonas de alto riesgo las rutas “La Viejita” y la “Ruta del Sol”.

El calificativo es severo. Pero es real y va de la mano con las historia de violencia que a diario se conocen en lo que aún es llamado el paraíso del Caribe mexicano, y el mejor destino turístico del país.

Esas historias de violencia han generado situaciones como la que ahora se han incrustado en la vida diaria de los cancunenses, tal y como nombrar a un lugar como de alto riesgo.

“Es inconcebible que lleguemos a esto. Nunca como ahora Cancún se volvió tan peligroso como para que ahora deportistas declaren zonas de alto riesgo a rutas que servían para combatir precisamente la violencia, los delitos. Ahora hacer deporte se ha vuelto también peligroso”, destaca Hernán Cordero Galindo, coordinador de la agrupación Civil Angel Ciudadano.

Las rutas de alto riesgo para el ciclismo “todo terreno” en Cancún

Desde hace más de diez años un grupo de ciclistas realizaba recorridos dentro de la selva y zonas conurbadas de Cancún. Era una actividad donde se establecía una diferencia y se lograba una armonía con el entorno natural que representa el Caribe mexicano.

Y es que lA bicicleta es una herramienta, un medio de transporte, una máquina para la velocidad, un terapeuta a domicilio, un juguete, un escape de la cotidianidad, una musa que inspira y mucho más.

La inspiración se daba en cada tramo de camino que se recorría de las rutas como los cárcamos de Aguakan, las Rutas de Alta Tensión, ubicado en la zona agrícola de Francisco May, además del final del fraccionamiento Kusamil y colonia Nuevo México.

Esos caminos hasta el pasado 4 de agosto invitaban a la aventura, a ser uno mismo con la naturaleza.

Muchos ciclistas encontraban en esas rutas un espíritu de superación y tranquilidad que tanto hace falta dentro del organismo humano. Eran caminos que evocaban enseñanzas, que estaban llenos de magia en cada pedaleo.

Sin embargo, esa magia se perdió drásticamente. La armonía dejó de existir en gritos contenidos. Y ahora no existe más la tranquilidad y la confianza de recorrer caminos que ya son consideradas como las rutas de alto riesgo.

Los caminos están trazados dentro de la selva, al final de fraccionamientos y en medio de colonias irregulares. La imagen que se tenía de estos lares ahora se ha transformado por completo. Ya no existe paz. Tampoco la magia de hacer un deporte de alto impacto.

Ahora el alto impacto es de riesgo. Los diarios POR ESTO! pudieron documentar que las rutas ahora se ven de manera distinta. La versión ahora de esos caminos es de inseguridad y en medio de la maleza y los árboles ya se respira miedo, toda vez que ahora andar por esas rutas, significa arriesgar la vida.

Por ello, conscientes del peligro que representa practicar el ciclismo “todo terreno” en las veredas de Benito Juárez, los ciclistas de la localidad alertaron a sus compañeros para evitar las zonas de alto riesgo como La Viejita y la Ruta del Sol ubicadas a la salida de la ciudad rumbo a Mérida, Yucatán.

Tras manifestar miedo y consternación después del hallazgo de dos de sus compañeros que fueron ultimados a golpes en la cabeza al extraviarse el pasado 4 de agosto, los ciclistas locales dieron aviso a los demás grupos de ciclismo de senderismo a que eviten rodar por este último punto donde fueron encontrados los cuerpos de José Vicente Pérez Vázquez, de 45 años, y Rosendo Ibáñez López, de 33 años, quienes desaparecieron los primeros días de este mes cuando aparentemente salieron a rodar por veredas y brechas de terracería en una zona conurbana de esta ciudad que comunica con la comunidad de Francisco May.