Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 11 de septiembre.- El operativo en el mercado que afectó a comerciantes muestra la incongruencia e insensibilidad del gobierno de Otoniel Segovia.
Lo anterior porque se trata de una medida impopular, que ya había generado conflictos meses atrás. Los locatarios del mercado Manuel Altamirano, ante las bajas ventas, habían tomado la estrategia de salir al exterior del inmueble para captar más consumidores.
Un gobierno municipal insensible a las condiciones económicas que ha incrementado los impuestos, que ha realizado una política recaudatoria voraz y que ahora nuevamente se ensaña con quienes buscan como ganarse el sustento, es el que encabeza Otoniel Segovia Martínez.
Contradictoriamente a las acciones realizadas en el mercado Manuel Altamirano del Centro de la ciudad, se permiten irregularidades en el mercado Andrés Quintana Roo, en el que su yerno, el regidor José Luis Murrieta Bautista cuenta con tres locales.
De ahí que en redes sociales criticaron fuertemente la medida contradictora del presidente municipal, pues con unos es estricto y con otros es permisivo, lo que incluso puede configurar otro acto de corrupción.
“Piso parejo, ¡todos hijos o todos entenados! es la petición que hacen los locatarios del Mercado Altamirano y Lázaro Cárdenas, a quienes pretenden desalojar de los pasillos; sin embargo, no hacen lo mismo en el mercado Andrés Quintana Roo, donde impera igual el uso de los pasillos que afecta el tránsito de la gente”.
Y es que en el mercado Andrés Quintan Roo, el regidor José Luis Murrieta Bautista es concesionario de tres locales (25-71 y 72) y en medio de las protestas, operativos y reuniones que se han realizado por el conflicto que ha generado el ayuntamiento, el concejal simplemente ha brillado por su ausencia, mostrando el proteccionismo de su suegro.