Por Miguel Améndola
TULUM, 25 de septiembre.- La hotelería sigue viéndose enormemente mermada por los efectos negativos de la ascendente inseguridad y por la operación de casas particulares que funcionan como rentas vacacionales piratas.
Al respecto, Irving Kinil, a cargo de la recepción del hotel “Addy”, dio a conocer que la llegada de turistas ha ido notablemente en decremento lo que ocasiona que estén viviendo una de las temporadas más complicadas del año.
Pese a que están atravesando el trimestre más complicado del año, refirió que factores adversos como la ola de sucesos violentos, está provocando que se difunda a nivel nacional e internacional que provoca que los turistas no vengan a este destino.
Aunado a lo anterior, expuso que otra circunstancia desfavorable para los centros de hospedaje es el aumento informal de casas que se rentan sin que se pague ningún impuesto ni permiso.
“Lo que pasa es que algunas casas particulares dan a rentarse sin cumplir con todos los requisitos como todos los demás, eso implica que se alimente la informalidad, pero además la inseguridad vive niveles críticos y los turistas preguntan qué pasa con las zonas seguras”, acotó.
Explicó a detalle que de las 32 habitaciones con las que cuenta, apenas 13 habitaciones están ocupadas, lo que quiere decir que apenas trabajan en alrededor de un 30 por ciento.
“El problema no es bajar las tarifas, ya que el problema es la muy poca llegada de visitantes y eso hace que nos mantengamos en muy bajos índices, por el momento estamos trabajando al 30 por ciento, con gente local o los que vienen de paso, porque no hay turismo nacional ni extranjero, actualmente”, acotó.
Sobre la recomendación de la Asociación de Hoteles de Tulum (AHT) de tratar de no bajar tanto la tarifa, el entrevistado comentó que ellos particularmente mantienen el precio normal de temporada baja, pero el verdadero problema es que simplemente no hay afluencia de turistas en el destino.