Quintana Roo

Gobierno del desorden y desesperanza

De la Redacción

PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 16 de enero.- Gobierno del desorden y desesperanza sigue sin escuchar a los comerciantes de la Quinta Avenida y calles aledañas ante la proliferación de vendedores ambulantes, de los cuales estiman un crecimiento hasta de un 500 por ciento desde que Laura Beristain Navarrete asumió el poder, incluso, los inspectores de Fiscalización sólo están de adorno porque aseguran que en la zona turística mandan “los malos”, presuntamente grupos del crimen organizado.

Los comerciantes no ven redituable estar en la formalidad por el cúmulo de impuestos que tienen que pagar a los tres niveles de gobierno, pero además, las elevadas rentas en dólares y de los servicios básicos para operar, incluso la pesada nómina de los empleados, optando algunos salir como ambulantes, entre ellos: vendedores de puro, artesanías, platería y principalmente de tours.

Reclamaron que al hacerle las observaciones, cuando se les ve caminando en la Quinta Avenida para justificar el sueldo, los elementos de Fiscalización municipal, dependientes de la Tesorería, alegan que no los pueden mover por indicaciones de sus jefes o que están protegidos por los “malos”, que los ambulantes les pagan a grupos de la delincuencia organizada para operar sin problemas, por lo que no quieren poner en riesgo su vida, ni de los funcionarios del área.

Sin embargo, los integrantes de la iniciativa privada insistieron que Laura Beristain Navarrete, presidenta municipal, atenta contra la economía formal e incluso muchos comercios de la zona turística están cerrando sus puertas, no sólo por el clima de la inseguridad que prevalece, también por el cobro de “derecho de piso” o extorsiones, una crítica temporada baja sin los niveles de ocupación de otros años y la falta de apoyo a los formales.

Finalmente, los empresarios señalaron que la presidenta del desorden y desesperanza para el sector, debería solicitar el apoyo de la Guardia Nacional para hacer un operativo masivo en la Quinta Avenida y retirar a todos los ambulantes que se han quintuplicado en los últimos meses, gracias a su pasividad o complacencia, afectando a quienes aportan a tiempo sus impuestos, ya que, incluso, en poco se podría acabar con la “gallina de los huevos de oro”.