La pesca de escama, principalmente de robalo, se está presentando de forma regular, en comparación de hace cinco años atrás, debido a que en los últimos dos años se ha visto que el 70 por ciento de los pescados ribereños han hecho consciencia para no depredar las especies de tallas pequeñas, dijo Julio Martínez Torres, presidente de la Cooperativa Pesquera Ribereña “El Pedregal”.
Recordó que la actividad pesquera tiene un valor económico, social y alimentario; la pesca es parte de una cadena productiva donde se generan empleos directos e indirectos, valor agregado, divisas, materia prima para otras industrias y es parte de la seguridad alimentaria; sin embargo, las tendencias en las capturas de la pesca continúan estabilizadas en los últimos años, a pesar de los incrementos en el esfuerzo de pesca. La demanda excesiva ha generado un esfuerzo pesquero y tasas de aprovechamiento generalmente superiores a las que los recursos pesqueros pueden soportar.
Lluvia, factor favorable
Mencionó que otro de los factores que les está favoreciendo es la lluvia, debido a que esto hace que salgan las especies de escama en las costas, así como en aguas interiores de la zona de los ríos, de tal modo que los hombres de mar traen buena pesca, en comparación de hace cinco a cuatro años”, mencionó.
Indicó que además de los factores antes mencionados, se suma la conciencia que están haciendo los pescadores mediante pláticas que han recibido hace dos años impartidas por personal del Instituto Nacional de la Pesca y Acuacultura (Inapesca), entre otras instancias, de no capturar especies de tallas pequeñas, porque esto hace que se extinga la producción pesquera.
Recordó que hace cinco años se podía apreciar en los mercados locales, incluyendo al mercado sobre ruedas del Chechén, especies de robalo pequeños, y que eran comercializados, pero debido a las pláticas que se les ha impartido a los pescadores se puede decir que el 70 por ciento ha hecho conciencia y sólo falta una mínima parte para que todos los hombres del mar dejen esa mala práctica de pesca, que sólo les causa daño en la producción.
Mencionó que la depredación de las especies de talla pequeña era común hace varios años, debido a que el pescador tenía que buscar para el sustento fa miliar, pero con esta actividad ilícita estaba acabando con su propio sustento, varios de los directivos de las cooperativas, federaciones y uniones, lanzaban la advertencia a los hombres de mar, que están acabando con la producción al estar pescando especies pequeñas, que no tienen la talla comercial.
Finalizó diciendo que luego de varios años, con los talleres y pláticas del personal de la Inapesca, los hombres del mar han estado haciendo consciencia y por ello en los mercados locales ya no se aprecian robalos pequeños que estén comercializando y de este modo esas especies puedan incrementar su producción.
(Texto y fotos: Fernando Kantún)