Por Karina Carrión
COZUMEL, 2 de enero.- Prestadores de servicios náuticos y acuáticos registraron pérdidas de más de medio millón de pesos ante la cancelación de servicios debido al cierre del puerto a embarcaciones menores de los 40 pies, pese a que a consideración y criterio de algunos marineros, las condiciones hubieran permitido el desarrollo de las actividades.
De acuerdo a vendedores de servicios que operan en los diferentes módulos de la terminal San Miguel, este jueves se vieron severamente golpeados en su economía, debido a que se emitió un aviso desde la Capitanía de Puerto que indicó que a partir de las nueve de la mañana permanecería cerrado el puerto a embarcaciones turísticas.
Paloma Bouloua, David Tovar Sánchez, Felipe Romo, entre otros prestadores de servicios, reconocieron que algunas embarcaciones ya habían salido desde temprana hora, pero serían un mínimo de 30 aproximadamente, por lo que algunos de estos acudieron a la Capitanía de Puerto para solicitar una audiencia con la titular de dicha dependencia, Alicia del Carmen Hernández Azuara, pero esto fue imposible.
Sin embargo, en el caso de Felipe Romo Cordero, Fernán Salazar Medina, entre otros, coincidieron en que pidieron una audiencia con la representante de la Capitanía de Puerto, a fin de que pudiera considerar ciertas situaciones climatológicas para que aplique mejor su criterio antes de decretar el cierre del puerto, dijeron, evitando así que el sector tenga severas pérdidas económicas como las que habían padecido con la autoridad portuaria antecesora, agendándoles los próximos días una entrevista con la señalada.
Romo Cordero señaló que “es importante que sepa cómo se trabaja en la región. Entendemos que cada autoridad viene y aplica sus mecanismos de seguridad portuaria según se emiten los boletines desde la Ciudad de México en cuanto al clima, pero al final del día se aplican de otra manera y de acuerdo a los criterios que confiamos, aplicará la capitana de altura”, dijo.
Por su parte, los comisionistas del muelle fiscal coincidieron en que al cerrarse el puerto a partir de las nueve de la mañana, las pérdidas económicas habían sido cercanas al medio millón de pesos, debido a que tuvieron que cancelar los paseos en lancha, así como los servicios de snorkel y de buceo, al igual que hicieron en algunas tiendas de buceo que tenían horarios vespertinos, toda vez que solamente pudieron salir a temprana hora los furys, teniendo que retornar las embarcaciones menores de 40 pies que ya habían salido desde muy temprano.