Por Karina Carrión
COZUMEL, 2 de enero.- Todo un vía crucis vivió derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien ante la falta de un director y de supuesto desinterés y compromiso de algunos médicos y enfermeros de la clínica, permaneció tres días sin comer y sin recibir atención médica adecuada, por lo que decidió salirse del hospital e irse a una clínica particular, denunció.
Carmen Limón Reyes, derechohabiente de la clínica del Seguro Social, refirió que vivió un calvario, luego de que padeció de una gastroenteritis aguda y acudió a una clínica particular donde le diagnosticaron dicho padecimiento, pero debido al alto costo que se derivaría decidió hacer uso de sus derechos como usuaria del IMSS, servicio médico que recibe al descontarse de la nómina de sus familiares.
Sin embargo, un gran tortura resultó dicha acción, pues dijo que debido a la gravedad tuvo que ser ingresada en ambulancia al hospital, pero entonces la tuvieron en una silla de ruedas en el pasillo de urgencias durante más de 10 horas para luego pasarla a una camilla en la misma zona donde le prohibieron tener visitas o a alguien que pudiera auxiliarle para acompañarle en los cuidados.
Limón Reyes explicó junto con su esposo que los hechos ocurrieron a su ingreso el reciente 27 de diciembre, fecha en la que el personal médico y de enfermería se había pasado las noches jugando cubilete con dados, lo que incomodó a decenas de pacientes hospitalizados que permanecían aguantándose, salvo por ella que pidió que respetaran a los enfermos, por lo que fue ignorada el resto de su estadía en la clínica, salvo por una doctora que aseguró fue la única que se había apersonado a visitarla y checarla médicamente.
Al ser ingresada “a piso”; es decir, al área de hospitalización, le refirió un médico identificado como “Garabito”, el cual se acercó a su camilla y le dijo que en las siguientes horas podría comer o beber algo pero ésta permaneció sin alimentación, generándose una deshidratación, lo que sumó un total de casi cuatro días rogando, dijo, que fuera atendida médicamente como se debía, pero ante la nula respuesta e interés de los encargados del hospital, decidió solicitar su alta voluntaria para también denunciar públicamente lo que ocurre en dicho nosocomio.