Quintana Roo

Por Gabriel E. Manzanilla

CHETUMAL, 30 de enero.- El secretario general del Poder Legislativo, Arturo Castro Duarte, negó la existencia de “aviadores” en el Congreso durante la pasada XV Legislatura, aunque la auditoría interna realizada al inicio de la actual XVI Legislatura reveló que fueron detectados empleados que no tenían funciones ni puestos claramente definidos, mientras que hubo otros que ni siquiera acudían a trabajar.

Sobre este asunto, Castro Duarte dijo no tener conocimiento de ello, asegurando que hasta ahora no han encontrado “aviadores” en el Congreso de Quintana Roo, ni en esta Legislatura ni en la pasada.

El secretario general del Poder Legislativo también negó la auditoría interna que se le había iniciado a la pasada XV Legislatura, cuando el diputado Edgar Gasca Arceo tenía la presidencia del Congreso y que entre sus primeros resultados arrojó la existencia de “aviadores”, tratándose de empleados que sólo pasaban a firmar y otros más que ni siquiera acudían a trabajar, pero que cobraban en la nómina como asistentes o personal de algún diputado.

La auditoría también detectó que había empleados sin puestos claramente definidos, que incluso duplicaban o repetían funciones de otros trabajadores, aunque esto también fue negado por Arturo Castro, “quien lo haya dicho tiene la obligación de comprobarlo”, señaló.

Lo que sí es cierto es que estudios del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) confirmaron que la pasada XV Legislatura infló la nómina del Congreso casi al doble, pues cuando inició en 2016 había 389 plazas y en 2018 se llegó hasta 609 empleados.

Todo parece indicar que Castro Duarte está equivocado, no está bien informado o simplemente está encubriendo a la pasada XV Legislatura, ya que en su momento se comprobó que los diputados salientes inflaron la nómina del Congreso y lograron acomodar a sus amigos, allegados y/o recomendados políticos, muchos de ellos cobraban sin trabajar.

Por poner uno de tantos ejemplos, tan sólo la exdiputada Silvia de los Ángeles Vázquez Pech tenía más de 10 asistentes bajo su cargo, aunque la mayoría no tenía presencia física en el Congreso y los que sí la tenían sólo estaban de adorno, pues no realizaban ninguna función en específico.

Mismo caso con el exdiputado Carlos Mario Villanueva Tenorio, que metió al Congreso a casi una decena de personas, pero de las cuales sólo 3 o 4 hacían un verdadero trabajo con el diputado; aunque la mayoría tenía presencia física en el Congreso, su trabajo no era indispensable y sus tareas eran meramente de escritorio o acompañamiento.

Los demás diputados de la pasada XV Legislatura también metieron a sus incondicionales en la nómina del Congreso, algunos de ellos lograron quedarse incluso con el cambio de legislatura, extraoficialmente se sabe que consiguieron un puesto de base gracias a la “palanca” de los anteriores diputados.