Llegan a 203 los casos de descompresión

Por Ovidio López

ISLA MUJERES, 30 de enero.- Este viernes se atendió a dos pacientes más en la cámara hiperbárica de Isla Mujeres, por lo que se elevó a 203 casos esta enfermedad de pescadores-buzos en lo que va de la temporada de captura de langosta, a un mes de concluir la misma.

Los hombres de mar Fermín Ihuit y Alfredo Hernández, de las cooperativas pesqueras “Isla Blanca” y “Puerto Juárez”, respectivamente, están siendo atendidos exitosamente en esta cápsula con sus cuatro sesiones el primero y dos al otro, según informó Rosember Dzul Ocho, técnico de operación de la cámara.

A Fermín Ihuit, de 59 años, se le diagnosticó barotrauma vestibular (daño al oído) al no respetar la tabla de ascenso, había realizado dos inmersiones el lunes a 120 pies de profundidad, con duración de 50 minutos en promedio, en un intervalo de casi misma duración de tiempo.

Al padecer esa descompresión, de tipo moderada, ingresó a su primera sesión el martes con duración de tres horas, luego el miércoles con 90 minutos, igual tiempo para este jueves y terminará mañana con otros 90 minutos, con una evolución favorable para una potencial “recuperación del oído al 100 por ciento”.

Ya tenía problema del oído derecho, con la pérdida temporal del izquierdo, prácticamente se había quedado sordo por el daño. Se le está aplicando la tabla de rehabilitación cinco modificada. Tiene buena evolución para la lograr la recuperación total, anticipó el profesional al ser consultado, mientras monitoreaba a los dos pacientes que estaban dentro de la cápsula.

Para el caso de Alfredo Hernández Malpica, de 28 años, tuvo una lesión leve en su trabajo el pasado martes, se le presentó dolor en la cadera con poco de inflamación, este miércoles ingresó a la sesión de rehabilitación con la “tabla 9 modificada” durante 50 minutos; hoy deberá causar alta después de la segunda sesión con otro tiempo similar dentro de la cámara.

Había realizado un buceo en agua de 110 pies de profundidad, durante 50 minutos, se lesionó al recolectar langosta con su bolsa, arrastrando en el lecho marino, con la fuerte corriente marina que se distingue el mar Caribe, realizó un enorme esfuerzo.