Enclavado en la comunidad de Raudales, mejor conocido Úrsulo Galván, su balneario que pasa por debajo del puente de la carretera, luce rodeado de basura, como envases de plástico y latas de cerveza, pese a los letreros en los árboles, por lo que los pocos visitantes invitan a las autoridades del pueblo y municipales a brindarle atención.
En dicho balneario llegó a subir el nivel del agua, a más de un metro y medio, por los escurrimientos debido al paso de la Tormenta Tropical “Cristóbal”, por lo que se encontraba inaccesible.
Ubicado dentro de la península de Calderitas, en el municipio de Othón P. Blanco, el balneario refleja poca movilidad de visitantes, pero las pocas familias que arriban, expresan su desagrado por la basura que se encuentra alrededor del acceso al agua, aún y encontrándose letreros en los árboles, que invitan a “poner la basura en el bote”.
Por lo que en fines de semana, que es cuando mayormente aperturan los 3-4 establecimientos comerciales de venta de cerveza, de marisco y pescado, se espera mayor arribo de visitantes, en espera de que las autoridades locales atiendan su propio balneario, siendo un pequeño destino ecoturístico en menor escala.
Por Moisés Omar Soto Suárez