Ciudadanos de Cancún coincidieron que gastan en promedio de 300 a 400 pesos a la semana en bebidas alcohólicas, mientras algunos aseguran que el consumo del alcohol los relaja después del trabajo, otros dicen que es sólo por diversión; de acuerdo con la Secretaría de Salud, en Quintana Roo han fallecido 104 personas por enfermedades del hígado, y se encuentran en atención médica 53 pacientes por cirrosis hepática y 76 por enfermedades relacionadas con el alcohol.
Para Rogelio Rojas, el consumo de bebidas alcohólicas lo usa con fines de recreación, ya que sólo lo hace una vez por semana, esto para relajarse de las largas jornadas de trabajo que tiene durante toda la semana, además que es un tiempo que dedica para conversar tranquilo con algunos amigos y miembros de su familia, sin embargo es algo que a su esposa no le agrada, Rogelio dice que gasta un promedio de 300 pesos semanales, pero que algunas veces no paga, porque se lo invitan.
En el caso de Román Carreño, dijo que bebe un poco de alcohol para sentirse bien un rato, además cuando lo hace suele escuchar música y eso lo pone alegre “tal vez no es la mejor manera de buscar un poco de diversión, pero es para lo que alcanza y lo le hago daño a nadie”, Román dijo que gasta un promedio de 400 pesos a la semana y para no afectar a su economía tiene un negocio a parte de su trabajo.
Por su parte Alejandro Pech, dijo que cuando aún asistía a clases presenciales en la universidad, destinaba parte del dinero que le daban sus papás para comprar bebidas alcohólicas, ya que los fines de semana era un plan casi seguro para pasar el rato, ahora piensa que no era necesario, ya que ahora que su padre se quedó sin trabajo, el dinero es lo que más hace falta en estos momentos.
Arturo Fernández Nava, médico general en Cancún, dijo que las personas comienzan con el consumo de bebidas alcohólicas durante la adolescencia, además en los últimos años se ha disminuido el rango de edad para comenzar a tomar, cuando son bebedores sociales creen que no representa un problema, sin embargo el abuso en el consumo de estas bebidas a largo plazo puede generar consecuencias irreparables en la salud, como la cirrosis hepática, problemas con el hígado, envejecimiento prematuro y debilidad en el sistema inmunológico.
El alcohol a pesar de ser una de las sustancias que se encuentran permitido su consumo libremente, no deja de ser una droga que puede causar una codependencia y desencadenar el alcoholismo que también es una enfermedad, que además de causar graves problemas en la salud física, también lo hace con la salud mental y emocional, no sólo para quien lo consume sino para la familia que se encuentra alrededor de la persona adicta. Muchas veces se cree que en cualquier momento se puede salir del vicio en cuanto quieran, pero esto no es tan fácil como parece.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de bebidas alcohólicas en las reuniones sociales es frecuente en muchos lugares del mundo, pero puede tener consecuencias sanitarias y sociales negativas relacionadas con sus propiedades tóxicas y la dependencia que puede producir.
Además de las enfermedades crónicas que pueden contraer quienes beben grandes cantidades de alcohol a lo largo de varios años, el consumo de alcohol también se asocia a un aumento del riesgo de padecer afecciones agudas, tales como las lesiones y en particular las provocadas por accidentes de tránsito.
La OMS instauró el 15 de noviembre como el “Día Mundial sin Alcohol” con el objetivo principal de fomentar la responsabilidad de las personas, sobre todo de las y los jóvenes de todas las regiones del mundo, para controlar el consumo de esta sustancia y prevenir sus consecuencias.
Con información de Angélica Gutiérrez