Durante el periodo de 2009 al 2019, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo enumera 51 carpetas de investigación por el presunto delito de feminicidio, de los cuales únicamente nueve han tenido una sentencia, pues el tiempo de investigación va desde cuatro meses a un año aproximadamente, dependiendo el caso.
El feminicidio se encuentra en el extremo de un continuo de terror sexista a mujeres y jóvenes. Violación, tortura, mutilación, esclavitud sexual, abuso sexual infantil incestuoso y extra familiar, maltrato físico y emocional, incluso casos serios de acoso sexual son los que engloban la palabra; pues cualquiera de estas formas puede desembocar en la muerte y convertirse en feminicidios.
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De acuerdo con información generada por el Observatorio Nacional Ciudadano, durante el año 2017 se abrieron tres carpetas de investigación por presunto feminicidio, dos en Benito Juárez y uno en Othón P. Blanco. Durante el año 2018, seis carpetas de investigación fueron abiertas por feminicidio en el municipio de Solidaridad y otras dos en Benito Juárez; mientras que el Secretariado Ejecutivo Nacional posicionó a Quintana Roo en el lugar número 23 por seis presuntos feminicidios en Solidaridad, ya que en ese año estimaba que había 109 mil 552 mujeres en la entidad.
Durante el año 2019, el número incrementó, pues fueron 16 carpetas de investigación por feminicidio en Quintana Roo, específicamente en Benito Juárez, Solidaridad y Othón P. Blanco, siendo Cancún la demarcación con mayor número de casos durante este año (nueve).
En la actualidad, el Secretariado Ejecutivo Nacional contabiliza nueve feminicidios en lo que va del año, siendo el 20 de octubre su última su actualización, desglosando los casos con arma de fuego, arma blanca y cualquier otro elemento. Hasta 2020 hay cuatro personas que enfrentan investigación por feminicidio.
La primera es Reyna “C”, cuya hija Kimberly de ocho años de edad, el 17 de febrero fue víctima de feminicidio, pues perdió la vida en medio de una pelea entre sus padres por su custodia. Papá y mamá no pudieron cuidarla de los malos tratos por parte de su madrastra, quien la golpeaba y la obligaba a beber ácido clorhídrico. Luego de permanecer dos meses internada en el hospital fue declarada muerta. Aparte de las visibles lesiones en su cuerpo, presentaba quemaduras en el tubo digestivo provocadas por el mortal líquido, la causa de su defunción fue choque séptico, la principal sospechosa era su madrastra Reyna “C”, quien actualmente se encuentra presa por el delito de feminicidio.
El 24 de marzo, Arely, de 1 año y siete meses de edad, fue raptada de su casa por Luis “P”, a quien aseguraron y posteriormente guio a las autoridades del Ministerio Público a la casa donde se encontraba el cuerpo, el cual presentaba signos de violencia y agresión sexual. Actualmente el detenido se encuentra recluido en el Centro de Reinserción Social (Cereso) por feminicidio.
El 16 de septiembre pasado, la pequeña Mariana, de cinco años de edad, falleció por estallamiento de órganos, pues su madre y padrastro Anahí “B” y Marco “H” la agredían física y sexualmente y además hacían que ingiriera raticida.
El estado de Quintana Roo registró un aumento de 36.39 por ciento de las carpetas de investigación abiertas por el delito de feminicidio en los primeros seis meses del año, de acuerdo con las cifras del Observatorio de Seguridad y Género (Osege), el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en su último corte hasta octubre, tiene el reporte de nueve casos en la entidad.
En cuanto a lo ocurrido el pasado domingo 8 de noviembre, cuando Bianca Alexis fue encontrada descuartizada en dos bolsas negras en la ciudad de Cancún en la región 252, la directora de la Clínica de Asesoría Psicológica en Cancún, Laura Álvarez Alvarado, comentó que un hombre feminicida no tiene un patrón como tal, sin embargo, un varón que atenta contra una mujer de manera regular es alguien que tiende a ser antisocial, ya que podría ser sociópata o psicópata.
El Código Penal Federal, en el artículo 325, dice que se castigará con 40 a 60 años de prisión a quien comenta este delito pero la carpeta de investigación por Bianca continúa abierta.
Por Karla Cauich