Habitantes de las comunidades de Nuevo Canaán, Río Verde, Miguel Alemán y Reforma, municipio de Bacalar no se han recuperado, ni recibido apoyo desde los escurrimientos que dejaron las Tormentas Tropicales Cristóbal y Amanda en junio pasado y ahora sufren por la creciente que dejó el frente frío número 13, y ninguna autoridad tanto federal, estatal y municipal, se ha comprometido a reparar los caminos y puentes dañados, ni mucho menos los han visitado, denunció el representante comunitario Salvador Pérez Hernández.
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Asimismo, que esta situación de abandono se suma el crecimiento del nivel del agua como consecuencia de las lluvias que dejó el frente frío número 13 y ya se forman escurrimientos de la cuenca de Bacalar y del río Hondo, lo que demuestra la incapacidad de las autoridades de Protección Civil para llevar a cabo medidas emergentes que realmente solucionen la problemática ante desastres naturales.
Destacó que, las tormentas tropicales Cristóbal y Amanda, provocaron daños severos a la infraestructura carretera en los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar, situación que se agravó con los huracanes Gamma y Eta, y ahora con los remanentes del huracán Iota, lo cual pone en peligro las vías de comunicación entre las comunidades de la zona limítrofe con el estado de Campeche, como son: Miguel Alemán, Rio Verde y Nuevo Canaán, sin que las autoridades federales, estatales y municipales se hayan pronunciado con un plan de acción para la reparación de la infraestructura dañada.
Además de quedar al descubierto la incompetencia del gobierno federal, al haber eliminar el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), sin haber tomado las medidas pertinentes para la asignación de recursos para atender los desastres naturales provocados por la presencia periódica de los huracanes deja ver claramente la incompetencia también de los ediles de Othón P. Blanco y Bacalar, Otoniel Segovia Martínez y Alexander Zetina Aguiluz, respectivamente; quienes solo se les observa haciendo actividades de proselitismo, que por demás está decirlo, están fuera de lugar ante la emergencia que nos agobia, concluyó.
Por Luis Enrique Tuz