En los últimos dos años, debido al incremento de la inseguridad, los cancunenses dejaron hábitos como usar prendas de oro o salir de fiesta por las noches; además, invierten más recursos para incrementar las medidas de seguridad de sus viviendas, con el fin de evitar convertirse en víctimas de algún delito.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, la percepción social sobre inseguridad de los residentes de Cancún es de 81.5, pues esta población teme ser presa de cualquier acto violento o robo.
Nueve de cada 10 personas entrevistadas dijeron a Por Esto! que tuvieron que cambiar algunos de sus hábitos o mejorar la seguridad de sus viviendas, para evitar convertirse en víctima de la delincuencia.
Inseguros en sus propias casas
Gloria Linares, residente de la Supermanzana 247, aseguró que ante el incremento en índices de violencia y el temor de que su domicilio fuera allanado por los delincuentes, invirtió aproximadamente 30 mil pesos en reforzar las protecciones de puertas y ventanas.
Explicó que en menos de un mes se enteró de que los hampones habían irrumpido durante en el día en tres domicilios de ese sector, por lo que de inmediato se puso en contacto con un herrero para reforzar algunos puntos vulnerables de su casa.
Detalló que también ordenó que colocaran un portón a la cochera y protecciones a las ventanas del segundo nivel, además de instalar un par de reflectores para iluminar la calle, que en ese momento carecía de alumbrado público por un desperfecto en las luminarias.
Focos rojos ubicados
La Secretaría de Seguridad Pública Municipal tiene ubicadas las regiones 259, 260, 248 y 247 como “focos rojos”, debido a la alta incidencia en robos a negocios y casa habitación, por lo que fue necesario reforzar la vigilancia en esa zona.
Agentes de la policía asignados al distrito cuatro que comprende esas supermanzanas, mencionaron que por cada turno de 12 horas, atienden en promedio entre cinco y 10 robos a comercios, casa-habitación y transeúntes.
Explicaron que la agresión y asalto a transeúntes es de los mayores problemas en esas zonas, principalmente durante la madrugada en las supermanzanas 259, 260 y 251.
Comentaron que la distribución de las viviendas obliga a los peatones a transitar por zonas oscuras, lo que los convierte en presa fácil, aunado a que los pasillos y callejones estrechos permiten a los ladrones escapar rápidamente para ocultarse.
Delito recurrente
Oscar Gamaliel, de oficio albañil, residente del fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, situado en la supermanzana 259, reconoció que este año ha sido víctima de robo en dos ocasiones; en la primera le quitaron aparatos electrodomésticos como televisión, bocinas y un ventilador.
La segunda vez ocurrió durante un fin de semana en el que salió de su casa por sólo diez minutos para tirar la basura, cuando un ladrón le sustrajo herramientas y dinero en efectivo que guardaba en la cartera.
Dijo que por esa razón, abrió una cuenta en un banco, así que ahora en el departamento que habita su única pertenencia es una hamaca, ropa y zapatos de trabajo, que (espera) no le interesarían a un ladrón, pues no le aportarían ninguna ganancia.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, señalan que en la entidad se cometieron de enero a octubre de este año, mil 499 robos a casa-habitación y fueron contabilizados mil 272 robos a transeúntes en la vía pública.
Por La Redacción