Niños y niñas menores de 15 años, son las principales víctimas de violación en Benito Juárez y el agresor en el 95 por ciento de los casos, está dentro del núcleo familiar de acuerdo con datos del Grupo Especial de Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género (Geavi).
En ese sentido, cifras del Observatorio Nacional Ciudadano señalan que de enero a octubre de este año el número de violaciones aumento de 1.0 a 1.39 por cada 100 mil habitantes.
Antonio Felipe Jiménez Nájera, psicólogo del Centro de Prevención de la Violencia contra la Mujer (Ceprevim), señaló que las principales víctimas son los menores de edad que tienen algún vínculo con su agresor, quien aprovecha la cercanía con el niño o adolescente para cometer el delito.
Mencionó que, en la mayoría de los casos las víctimas callan por temor al agresor o porque sus propios familiares ocultan el delito de las autoridades y así evitar el escudriño público y proteger de alguna manera que el violador no pise la cárcel.
“En la mayoría de los casos la familia oculta el delito por temor a ser juzgados por la sociedad, sobre todo cuando se trata de un familiar directo como el tío, abuelo y primo, suelen decirle al agraviado que no diga nada para evitar problemas o en casos más graves solapan el abuso” mencionó el especialista.
Sostuvo que en el caso de las mujeres que son abusadas sexualmente se da principalmente durante las noches, cuando las damas se encuentran más vulnerables, sin embargo, también hay casos en los que el agresor sexual irrumpe en la casa de la víctima.
Por otra parte, Gabriela Bustos, coordinadora de la mencionada dependencia recalcó que algunas zonas que presentan más problemas de abuso sexual, violencia familiar, drogadicción y embarazos prematuros, son las regiones 260, 259, 248 y 247 principalmente.
Detalló que por esa razón se han implementado programas como jóvenes construyendo prevención, que busca mantener alejados a los jóvenes de conductas delictivas y vicios, pero también les brindan los conocimientos para que denuncien en caso de estar sufriendo cualquier tipo de abuso, sexual, físico o psicológico.
Aseguró que el personal de dicho grupo está facultado para detener al agresor en caso de que exista flagrancia o alguna acusación directa y también para brindarle la atención necesaria a la persona agraviada sin revictimizarla.
Detalló que en el caso de abuso sexual o violación los oficiales brindan acompañamiento y protección a la víctima en todo momento y, luego de interponer la denuncia correspondiente, la regresan a su domicilio y si el agresor se encuentra en ese lugar, son turnadas a las instancias necesarias para brindarle albergue y el resguardo necesario.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública Nacional, señalan que lo que va del año en Quintana Roo, han ocurrido 518 casos de violación, una cifra sin precedentes, tomando en cuenta que durante todo el 2019 sucedieron sólo 255 casos.
Por Redacción Por Esto!