Cancún ha crecido de manera intuitiva y carente de organización, lamentó Hugo Palomares Ogman, arquitecto por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especializado en urbanismo sustentable y bioclimática; esto se refleja en las anomalías que presenta en diversos puntos que son necesarios para que sus habitantes tengan una vida digna, como parques y zonas verdes; áreas con problemas de hacinamiento o exceso de población.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Urbanismo, la ciudad en donde habitan los miles de trabajadores que atienden a millones de turistas que anualmente llegan a vacacionar al destino de playa más importante de México, apenas logra aprobar en su planeación urbana.
De acuerdo con Palomares Ogman, quien también es catedrático de maestría y urbanismo, Cancún logra un 5 y forzadamente 6 de calificación en esa materia, pues tiene una serie de pendientes, que con planeación y compromiso de la actual y las siguientes administraciones municipales podría mejorar.
“Por falta de planeación la ciudad ha crecido de manera intuitiva y no de una manera organizada”, dejó en claro el experto.
Crisis a mediano y largo plazo
El urbanismo en Cancún tiene problemas que afectan de manera directa a la población, dijo, pero son cosas que no se ven de manera inmediata, sino que son percibidas hasta que se convierten en crisis y explotan.
Palomares Ogman ha visto cómo ha crecido Cancún durante los 38 años que lleva viviendo en esta ciudad.
Agregó que a la ciudad le urge que apliquen ingresos, esfuerzos e iniciativas para una planeación adecuada, que sí puede lograrse y sin tanta inversión, pues la parte de ejecutar esos planes es la que requerirá los recursos financieros, pero son a corto, mediano y largo plazo.
Urgen parques bien pensados
Desde el punto de vista del urbanismo, los parques tienen una vocación y un objetivo dependiendo de su diseño y equipamiento; para que cumplan su función, las autoridades deben realizar estudios sobre las costumbres de las personas que habitan cerca del terreno donde pretenden hacer el área recreativa.
“Un parque es toda una organización; debe tener caminos, servicios, hay muchos tipos de parques: para lectura, para mascotas, para niños, para deportes, para ejercitarse, para caminar, etcétera. Lo primero que necesita Cancún es un organismo que los regule; actualmente hay un área dedicada a dar mantenimiento, pero lo que hace falta es mejorar la operación, el mantenimiento de los parques, organizar los que ya están y planear los que vienen.
Agregó que es necesario que las autoridades sepan cuántos parques. Al respecto, cabe mencionar que en el Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) no hay información del número de parques que tiene, incluso el apartado donde fue identificado como “espacios libres y áreas verdes”, únicamente identifica con colores su ubicación en la ciudad, pero no ofrece más detalles.
Para el experto en urbanismo es un error instalar gimnasios al aire libre en todos los parques, así como canchas deportivas o juegos infantiles, pues -insistió-, cada uno de estos espacios debe tener su vocación, ya que de lo contrario el equipamiento estará subutilizado.
En este destino turístico el parque principal es el Kabah, consideró, pero por la población que tiene la ciudad, resultan necesarios por lo menos otros tres parques similares en las nuevas zonas habitacionales.
“El problema que tiene Cancún es la falta de conciencia de que para todo esto se necesitan urbanistas, necesitan gente que tenga especialidad y enfoque hacia la solución de los problemas y que sean aplicados de manera estructural”.
Hacinamiento detona otros problemas
El desarrollo de viviendas de interés social o que están más al alcance de los trabajadores de la industria turística de Cancún, está ubicado en la parte norponiente de la ciudad, donde diversos sectores han señalado que las dimensiones de las casas no son las aptas para el adecuado convivio familiar, carecen de áreas dignas de recreación y zonas verdes.
De acuerdo con el PMDU, el área identificada como Distrito 4, es una de las que en los últimos años ha presentado desarrollo habitacional con el 41 por ciento del total de la población de Cancún, distribuidas en las 2 mil 433 hectáreas que abarca la zona, es decir aproximadamente 326 mil 214 personas; por cada hectárea hay 40.6 casas.
En el Distrito 11 marcado en el PMDU la densidad poblacional hasta el año 2018 era de 181 mil 651 personas, que representan el 23 por ciento distribuidos en 2 mil 280 hectáreas, que significan el 5.2 por ciento del total del centro de población de Cancún.
En ese contexto, el arquitecto detalló que para que la sociedad tenga oportunidad de desarrollar una vida diaria digna necesita que el lugar en donde habita tenga el espacio suficiente, pues de no ser así buscará pasar el mayor tiempo posible fuera de la casa para sentirse con más libertad de movimiento. Incluso, aseguró que hay estudios que relacionan el hacinamiento en el hogar con el suicidio, pues la calidad de vida en espacios pequeños no es la óptima.
“Los suicidios están relacionados con esa calidad de vida; las tasas más altas están aquí, tienen que ver con el medio en el que vivimos y para que éste sea de calidad debe haber estudios de urbanismo. El medio en el que vivimos es el que determina el tipo de conducta de la gente”, subrayó.
Los problemas que tiene Cancún en ese sentido, expresó, se deben a que los gobiernos han dejado a los desarrolladores de vivienda hacer la planeación urbana de los zonas de crecimiento y estos la realizaron pensando en su beneficio económico y no en el social con enfoque urbanístico.
Haber aprobado edificios habitacionales de más de cinco pisos trae consigo problemas de transporte, de “horas pico” hacia las zonas donde están ubicados, de saturación de servicios básicos, de escasez en la oferta de escuelas o clínicas, señaló.
“Cancún debería ser la mejor ciudad del país por los ingresos que genera al estado y a la Federación y no es la mejor ciudad; tenemos muchas deficiencias y las que se mencionan son críticas y fundamentales”, subrayó.
Por Eva Murillo