Cuando están por cumplirse 10 meses del cierre de la zona libre en la frontera México-Belice, la comunidad de Subteniente López se convirtió en un pueblo fantasma, pues solamente permanecen abiertos dos puestos de comida, no hay servicio de transporte y de las 20 unidades del servicio público solo uno funciona, afirmó Gilberto Miranda Riveroll.
En sus 12 años como taxista, Miranda Riveroll afirmó que la pandemia del COVID-19 acabó con todo un pueblo que florecía con la apertura de la zona libre de Belice, pero que hoy todo es desolación.
Recordó que en ese entonces, la fila de automóviles para entrar a la zona libre de Belice era prolongada, casi llegaba al entronque con la carretera federal Chetumal-Bacalar, pero hoy solo quedan los recuerdos.
No ven para cuando recuperarse
Aunque de manera extraoficial se informó que la zona libre abriría el 11 de diciembre, sin embargo, no sucedió por los altos contagios de COVID-19 que se tienen en la zona sur de Quintana Roo. Ahora nos dicen que será hasta marzo de 2021 o quien sabe cuándo, sostuvo.
Miranda Riveroll afirmó que espera 12 horas frente a la garita de Subteniente López en espera de un servicio para ganar unos 80 pesos, aunque en ocasiones no cae nada y prefiere irse al rancho de su padre a trabajar la tierra.
Los conductores de los autobuses de la ruta Chetumal-Subteniente López y motociclistas se han marchado; asimismo, 19 unidades de taxis se encuentran estacionadas, debido a que desde el 22 de marzo hasta la fecha, se han perdido sus fuentes de empleo y no ven para cuando recuperarse, concluyó.
CT