Pescan y viven en las orillas de la sabana de Chetumal, pese a que se encuentra infestada de lechuguilla, además, cuenta con un considerable número de lagartos, es refugio y sitio de anidación de diversas especies.
La señora Glenda Jacobo es una de más de 10 familias que viven en los terrenos que le fueron ganados a la sabana de Chetumal, sin embargo, algunos solo utilizan las endebles viviendas para descansar, debido a que se encuentran en una zona crítica.
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Destacó que los fétidos olores que salen de la sabana se deben a que hace algunos años construyeron un pequeño puente para unir a las colonias Nuevo Progreso con Mártires Antorchistas, por lo que el agua no circula, aparte de que creció una planta acuática que se conoce como lechuguilla.
La sabana de Chetumal no solamente cuenta con un gran número de lagartos y cocodrilos, sino también es un refugio y sitio de anidación de diversas especies, y también un lugar en donde las personas entran a pescar sin importar el riesgo.
La sabana tiene una longitud de 15 kilómetros, desde el norte recorre las colindancias de la mitad de Chetumal; en la parte más ancha tiene 300 metros, aunque en algunas partes llega hasta 100 metros; y la parte más profunda es de 4 metros.
Sin embargo, los habitantes de las colonias Nuevo Progreso y Mártires Antorchistas, siguen practicando la pesca con redes.
La dirección de Ecología del Ayuntamiento de Othón P. Blanco, informó que “se tiene la presencia de lagartos, cocodrilos, especies de mangle botón (Conocarpus erectus) y mangle rojo (Rhizophora mangle), que son especies de fauna y flora consideradas dentro de una Norma Oficial Mexicana, las cuales deben ser protegidas, tanto autoridades del orden federal, como estatal y municipal.
Sin embargo, la sabana es un sitio vulnerable, y pese a ello y aunado a la precaria economía de la gente, varias familias se han asentado en ese lugar, el cual está muy alejado de los servicios públicos municipales, porque les venden terrenos a precios muy bajos y en este caso como Ayuntamiento ha platicado sobre el cuidado de nuestra gente, porque no queremos atentar contra estas familias que se encuentran asentadas, pero sí de alguna forma regular.
Se informó que la sabana tiene una función ecológica y por lo tanto se trabaja en el cuidado del ecosistema de manera integral, incluso dijo que para que el flujo ecológico de ese ecosistema no se vea interrumpido se realizan servicios ambientales en la zona de sabana o humedales.
Este cuerpo de agua está conectado con los manglares de Bacalar, de la Bahía de Chetumal y Santuario del Manatí por ser parte de un gran ecosistema que se debe de conservar.
CI