Quintana Roo

Clausura de asamblea familiar cristiana

Por Francisco Javier Díaz Medina

 

COZUMEL, 23 de febrero.- El obispo de la nueva diócesis de Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, llevó a cabo la clausura de la asamblea del Movimiento Familiar Cristiano de Quintana Roo.

Al respecto, el obispo dio a conocer que los coordinadores del movimiento familiar cristiano del estado tomaron a Cozumel como sede de la reunión. Luego de la misa, se llevó a cabo la clausura de la asamblea en la que se toman las decisiones entre los grupos más sólidos y más estructurados de todos los movimientos de familias y matrimonios.

Agregó que la importancia de esta asamblea para reforzar, generar y fomentar los valores evangélicos en la familia, que es el bastión donde se defiende y se promueve la fe, pues los cristianos, en un 65 por ciento, señalan que quien más los ha ayudado en la fe es la mamá, como primera catequista, por lo que se apoya todo lo que la madre y el padre hacen para educar a sus hijos, ya que los matrimonios son como Dios manda, unidos y felices para siempre.

Añadió que la familia es el núcleo esencial de la sociedad. Una familia bien conformada por una esposa y un esposo y unos hijos unidos, no solamente beneficia a la iglesia, sino que beneficia también a la sociedad; donde hay familia sana hay una sociedad sana. Si la familia se empieza a descomponer, se descompone la sociedad. “¿De dónde salen los delincuentes, de dónde salen los muchachos que se van a las bandas? De una familia disfuncional, donde no hay una atención de los papás o donde no funciona entre ellos el matrimonio, así que es clave y funcional para la sociedad y no sólo para la iglesia”.

Asimismo comentó que la ayuda también debe de ser una prioridad de todas las dependencias, sobre todo de los gobiernos, que cuentan de más recursos para ayudar a estos jóvenes a no caer en las adicciones o en estas patologías que tanto dañan su salud, a sus emociones, a su vida y a su futuro y que la iglesia está presente para ayudar en conjunto con las demás instituciones.

Refirió que  “decía un obispo que cómo es posible que haya vocaciones en el seminario. Por ejemplo, en este momento, se tiene un seminario mayor con gran número de alumnos en el introductorio y en el menor, y cómo es posible que haya 135 seminaristas, cuando un muchacho ve que un padre ayuda a su familia, siente la inquietud de seguir el ejemplo, o Dios lo llama a través del ejemplo de un buen sacerdote que sabe ayudar a los matrimonios y a la familia, y eso es un hecho y no lo quita nadie, aunque en las redes sociales existe mucha mala información o buena información que afecte a los muchachos, ellos siguen el llamado de Dios, por el testimonio de un buen sacerdote, como el caso del padre Juan José”.

Comentó que, en torno a la prelatura y la diócesis, todos los católicos de la entidad están felices, contentos y orgullosos de esta elevación de la prelatura a diócesis, pero no todos saben de qué se trata. Es fácil entenderlo al hacer la comparación de lo que fue el estado de Quintana Roo, al haber sido territorio federal durante un tiempo y luego subió a un estatuto de Estado Libre y Soberano.

Por lo que autonomía es soberanía, y significa para la Santa Sede que ya tienen que tomar la responsabilidad los sacerdotes diocesanos y el pueblo de Dios local, que ya no esperen que lleguen de fuera los misioneros, sino que ellos tienen que producirlos y es un signo también de que ha crecido tanto en todos los aspectos, y que la iglesia tras la madurez que ha alcanzado, ya es reconocida por el Santo Padre. Cuando era prelatura había siete parroquias y ahora existen 70, con un crecimiento del 1000 por ciento en estos 50 años. Ya no se trata nada más de un crecimiento de fieles, sino de un crecimiento de calidad de fieles, más comprometidos, más formados, más unidos, más misioneros, más activos en ayudar a la sociedad y sanos en el tejido social, dijo para concluir.