Ni los aplausos de sus paleros durante su intervención pudieron contener el descontento social / Una ensordecedora rechifla y gritos de desprecio fue lo que recibió / Los ciudadanos mostraron su hartazgo por el gobierno del desorden y la desesperanza que ella representa
El enojo del pueblo solidarense fue más que evidente durante el evento encabezado por el Presidente de la República. Incluso fue ubicada en la última silla en un extremo del presídium
PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 2 de febrero.- Mientras los paleros de Laura Beristain Navarrete, presidenta municipal, aplaudían su intervención durante el evento de “Acciones de Mejoramiento Urbano y Vivienda en el Municipio de Solidaridad” encabezado por el Presidente de la República, el hartazgo ciudadano se hizo presente con ensordecedora rechifla y gritos de repudio para exigirle: ¡Fuera, Fuera!, incluso, fue ubicada en la última silla del extremo derecho del Ejecutivo en el presídium.
Los ciudadanos cansados del gobierno del desorden y la desesperanza, en la evidente expansión de la inseguridad, sin bienestar social y que no se deja engañar porque los avances de las 18 obras que constató el presidente de la república son recursos federales, por el orden de los 425 millones de pesos.
Incluso, el propio presidente de la nación, Andrés Manuel López Obrador, informado sobre el mal gobierno municipal de Laura Beristain Navarrete, la ubicaron en la última silla de su extrema derecha en el presídium instalado en el campo de futbol de la Unidad Deportiva Playa del Carmen o Polifórum, contrario a lo ocurrido en sus pasadas visitas.
En su afán protagónico, Laura Beristain, trató de alabar la Cuarta Transformación que encabeza el mandatario federal, quien junto con el gobernador levantó con ella el brazo de manera forzada y sin cruzar mayor conversación durante todo el evento.
Es evidente que el Presidente de la República conoce la problemática que atraviesa el gobierno municipal, emanado del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que fundó y lo llevó al triunfo, así como el distanciamiento con Carlos Joaquín González, gobernador del estado.
La evidencia se plasmó cuando la alcaldesa del desorden y la desesperanza, quien en su afán protagónico y de colgarse de la imagen de AMLO, hizo uso de los micrófonos de manera directa, sin que el maestro de ceremonia se lo permitiera como protocolo, durante la lectura de su mensaje se dejó sentir ensordecedora rechifla y los gritos de exigencia de ¡Fuera, Fuera!, en alusión de que deje el cargo.
El hartazgo ciudadano es claro por el incumpliendo de mejorar la calidad de vida del pueblo, el evidente crecimiento de la inseguridad, desorden de la ciudad y presuntos actos de corrupción, contrario a lo que marcan los conceptos de la Cuarta Transformación, de austeridad republicana y todo el poder al pueblo.
Finalmente, como en la vieja práctica priísta, la alcaldesa realizó la contratación de autobuses y transporte público para acarrear ciudadanos afines para aplaudirle cuando su nombre se mencionara e interviniera en el podium, notándose la entrega de tortas, jugos y playeras a los asistentes.
Víctor Rodríguez