Quintana Roo

De la Redacción

 

PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD, 5 de febrero.- Pese a encontrarse en litigio la legal posesión del predio y la clausura por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por la devastación de cerca de una hectárea de manglar en uno de los últimos pulmones de la zona centro, las avenidas Flamingos con Albatros entre calles 40 y 44, cuya propiedad es atribuida al ex gobernador Joaquín Hendricks Díaz, han iniciado la construcción, al parecer, de edificio inmobiliario.

Luego de dos años aproximadamente que iniciaron la segunda devastación de manglar y pese a las denuncias públicas, así como las manifestaciones de ambientalistas y activistas para que se actuara en consecuencia, los supuestos propietarios, que mantienen un litigio al respecto, y probablemente cobijados por el manto de la corrupción, iniciaron con las obras de construcción.

Hay que recordar que en 2018 con machete en mano trabajadores iniciaron por segunda ocasión la devastación de manglar, ya que en octubre de 2016 la Profepa colocó sello de clausura por estas mismas acciones, pero en esa ocasión no hubo actuación y la dependencia federal señaló que era competencia del ayuntamiento porque se ubicaba ya en zona urbana, a su vez el gobierno municipal evadió la responsabilidad al declarar no ser su jurisdicción, permitiendo el grave ecocidio.

Durante un recorrido en la zona se pudo constatar que de manera reciente iniciaron los trabajos de construcción de lo que, aparentemente, será un edificio inmobiliario, burlándose nuevamente de las autoridades municipales, de la misma Profepa y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) por carecer de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), al menos no figura en la bitácora de proyectos ingresados o autorizados por la dependencia.

Prácticamente al centro del predio, en la basta extensión de manglar devastado, es donde un grupo de albañiles realiza labores de construcción durante la semana, incluso, a simple vista no puede observarse dado a que mantienen cercado todo el perímetro, aunque corresponde a las autoridades, principalmente a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, al igual que a la Profepa, verificar si cuentan o no con las debidas autorizaciones.